La alimentación de los niños con diabetes

La diabetes tipo 1 en niños es una condición crónica que exige una vigilancia y manejo meticulosos, especialmente en lo que se refiere a la alimentación diaria. Esta forma de diabetes, que generalmente se diagnostica en la infancia, implica que el páncreas ya no puede producir insulina, una hormona esencial para que el cuerpo pueda procesar el azúcar (glucosa) proveniente de los alimentos. Como resultado, la regulación de los niveles de glucosa en sangre se convierte en una tarea diaria y vital que requiere un equilibrio preciso entre la dieta, la administración de insulina y el ejercicio.

Una dieta bien equilibrada es crucial, no solo para mantener controlados los niveles de glucosa en sangre, sino también para asegurar el crecimiento y desarrollo saludable del niño. Nutrir adecuadamente a un niño con diabetes significa más que simplemente limitar el azúcar; implica entender el impacto de diferentes tipos de alimentos en los niveles de glucosa y cómo balancear estos con la dosis adecuada de insulina. Los padres y cuidadores deben aprender a calcular los hidratos de carbono de las comidas y ajustar la insulina de acuerdo a estos y a la actividad física del niño.

En este artículo cubriremos aspectos fundamentales como la importancia de los macronutrientes, la planificación de comidas equilibradas, el cálculo de necesidades calóricas y consejos prácticos para integrar la gestión de la diabetes en la vida cotidiana sin que esta se convierta en un obstáculo para el bienestar del niño.

Entendiendo los Macronutrientes

Hidratos de Carbono

Los hidratos de carbono son esenciales en la dieta de cualquier niño, pero para aquellos con diabetes tipo 1, su manejo es fundamental debido a su impacto directo sobre los niveles de glucosa en sangre. Estos macronutrientes se clasifican en dos categorías principales: simples y complejos, cada uno con efectos distintos en la glucemia.

Los simples, como el azúcar y el jarabe, elevan rápidamente la glucosa en sangre, mientras que los complejos, encontrados en alimentos como granos enteros y legumbres, proporcionan una liberación más gradual de energía. Es crucial elegir hidratos de carbono que mantengan estables los niveles de glucosa, preferiblemente aquellos que son ricos en fibra.

Proteínas

Las proteínas son esenciales para el crecimiento y la reparación de tejidos y no afectan directamente los niveles de glucosa en sangre, lo que las hace especialmente importantes en la dieta de niños con diabetes. Las fuentes de proteínas pueden ser tanto animales como vegetales, incluyendo carne magra, pescado, huevos, y legumbres. Integrar una proporción adecuada de proteínas en cada comida ayudará a mantener un equilibrio nutricional y a promover la saciedad.

Grasas

Las grasas son una parte necesaria de la dieta, pero es importante distinguir entre tipos saludables y no saludables. Las grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, encontradas en el aceite de oliva y los pescados grasos, respectivamente, son beneficiosas para la salud cardiovascular. En contraste, las grasas saturadas y trans, típicamente encontradas en alimentos procesados, deben limitarse. Una selección adecuada de grasas puede mejorar la dieta del niño manteniendo la salud general.

Cálculo de necesidades calóricas del niño con diabetes

El cálculo de las necesidades calóricas de un niño con diabetes es un componente esencial del manejo integral de su condición. Este cálculo no solo es importante para mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de un rango saludable, sino también para asegurar que el niño reciba la energía suficiente para su crecimiento y desarrollo normal.

La cantidad de calorías necesarias varía considerablemente en función de varios factores críticos, como la edad, el peso, la estatura, y sobre todo, el nivel de actividad física del niño. Por ejemplo, un niño más activo requerirá más calorías que uno que sea menos activo. Además, a medida que el niño crece y atraviesa diferentes etapas de desarrollo, sus necesidades calóricas se ajustarán naturalmente.

Una regla de base para calcular las necesidades calóricas diarias en niños con diabetes podría empezar con 1000 calorías, a lo que se añaden 100 calorías adicionales por cada año de edad. Así, un niño de cinco años necesitaría aproximadamente 1500 calorías al día (1000 + 500 de los cinco años). Sin embargo, este cálculo es meramente un punto de partida.

Es importante ajustar esta cifra basándose en las observaciones del crecimiento del niño y su nivel de glucosa en sangre, para evitar tanto el déficit como el exceso calórico. Un exceso de calorías puede llevar a un aumento de peso no saludable, lo cual es particularmente peligroso en niños con diabetes, ya que puede complicar el control de la glucemia y aumentar el riesgo de enfermedades asociadas como la hipertensión y la dislipidemia.

Dado que cada niño es único, estas recomendaciones generales deben ser personalizadas. Un nutricionista especializado en diabetes puede desempeñar un papel crucial en este proceso. Estos profesionales pueden evaluar las necesidades individuales del niño, considerando no solo sus requerimientos energéticos para el crecimiento y la actividad diaria, sino también el impacto de su régimen de insulina y otras medicaciones en su metabolismo general.

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Planificación de Comidas

Distribución de alimentos

La planificación de las comidas debe considerar la distribución equilibrada de macronutrientes a lo largo del día, en sincronía con los horarios de insulina del niño. Incluir una variedad de alimentos en las comidas principales y snacks asegura que el niño recibe todos los nutrientes necesarios y mantiene los niveles de energía estables.

Preparación de comidas familiares

Las comidas familiares deben incluir al niño con diabetes sin necesidad de preparar alimentos especiales. Platos como estofados de vegetales, pescado al horno y ensaladas pueden ser disfrutados por todos, asegurando que el niño participe en la dinámica familiar sin sentirse excluido.

Manejo de la insulina y la alimentación

Ajustar las dosis de insulina en función de la alimentación es crucial. Los padres y cuidadores deben aprender a modificar las dosis basándose en la cantidad de hidratos de carbono consumidos y en la actividad física del niño. Además, deben estar preparados para manejar situaciones donde se requiera más insulina, como durante enfermedades o aumento de la actividad física.

Recomendaciones específicas para alimentos

Comprender cómo diferentes tipos de alimentos afectan los niveles de glucosa en sangre es crucial para manejar eficazmente la diabetes tipo 1 en niños. Adoptar una dieta centrada en frutas frescas, vegetales y granos integrales no solo ayuda a estabilizar estos niveles, sino que también contribuye a una alimentación equilibrada y saludable. Aquí ofrecemos algunos consejos prácticos sobre cómo seleccionar y preparar estos alimentos esenciales para facilitar la vida diaria y mejorar la gestión de la diabetes.

Selección de alimentos

Frutas Frescas:

• Elegir variedades con bajo índice glucémico: Frutas como manzanas, peras, bayas y cítricos tienen un menor impacto en los niveles de glucosa en sangre en comparación con frutas con un índice glucémico más alto como el melón o la piña.
• Controlar las porciones: Aunque las frutas son saludables, contienen azúcares naturales que pueden afectar la glucosa en sangre, por lo que es importante controlar la cantidad consumida.

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Vegetales:

• Priorizar vegetales no almidonados: Vegetales como el brócoli, las espinacas, los pimientos y las zanahorias son ricos en nutrientes y fibra, pero bajos en carbohidratos, lo que los hace ideales para incluir en la dieta diaria.
• Experimentar con diferentes métodos de cocción: Al vapor, asados, o crudos en ensaladas, los vegetales pueden ser preparados de formas que mantengan su valor nutricional y su sabor.

Granos Integrales:

• Optar por granos integrales completos: Alimentos como la quinoa, el arroz integral, y la avena integral son mejores opciones que sus contrapartes refinadas porque proporcionan más fibra, lo que ayuda a ralentizar la absorción de glucosa.
• Incorporarlos en diversas comidas: Los granos integrales pueden ser una base excelente para desayunos, como parte de los cereales, o en las comidas y cenas, en forma de pilafs o como acompañamiento.

Preparación de alimentos

Planificación de Menús:

• Incorporar una variedad de grupos alimenticios en cada comida: Asegurarse de que hay un equilibrio de proteínas, grasas y carbohidratos para mantener los niveles de energía estables y la saciedad.
• Preparar comidas que se puedan ajustar fácilmente: Por ejemplo, preparar una base de ensalada grande al principio de la semana permite añadir diferentes proteínas o granos en días diferentes para variar el menú sin mucho esfuerzo adicional.

Técnicas de cocción saludables:

• Utilizar métodos de cocción que requieran menos grasa: Cocinar al vapor, hornear, asar a la parrilla, o saltear con un poco de aceite de oliva son maneras saludables de preparar alimentos.
• Experimentar con hierbas y especias: Estos añaden sabor sin contribuir al contenido de azúcar o grasa de los platos, haciendo las comidas más interesantes y apetecibles.

Estos consejos no solo ayudan a manejar la diabetes de manera efectiva, sino que también promueven un estilo de vida saludable para toda la familia. Al educar a los niños sobre cómo ciertos alimentos impactan su salud, también les enseñamos hábitos alimenticios valiosos que pueden durar toda la vida.

Preguntas Frecuentes sobre la alimentación y la Diabetes Tipo 1 en niños

Desde la Fundación para la Diabetes ofrecen una completa guía que incluye todo lo que deberíais conocer los padres de niños con diabetes, para de esta forma aplicarlo en la alimentación de vuestros hijos y poco a poco ir educándoles para que ellos mismos conozcan su enfermedad y la sepan controlar. También incluyen un ejemplo de menú semanal para niños con diabetes. Os lo mostramos más abajo y si pincháis sobre él lo podréis ampliar e imprimir. Este menú es solamente una orientación pues, tanto el número de comidas del día como la cantidad de hidratos de carbono contenidos en cada comida deben ser individualizados para cada niño o adolescente.

Os ponemos un resúmen de las recomendaciones de alimentación para niños con diabetes del manual, que os podéis descargar aquí:

1. Las necesidades nutricionales de niños y adolescentes con diabetes son iguales a la del resto de sus compañeros, por lo que no se aconsejará seguir planes de alimentación diferentes o especiales.
2. Una alimentación saludable y adaptada para estas edades debe ser rica en hidratos de carbono, moderada en proteínas y relativamente baja en grasas, especialmente de saturadas, las que provienen de alimentos grasos de origen animal.
3. Es fundamental conocer cuáles son aquellos alimentos que contienen hidratos de carbono.
4. El etiquetado de los alimentos ayuda a conocer la composición de los alimentos y así, poder incluirlos en la alimentación habitual sin ocasionar alteraciones glucémicas. Atención al etiquetado de aquellos alimentos que contienen edulcorantes, pues se debe valorar siempre la cantidad total de hidratos de carbono del alimento y no solamente la presencia o ausencia de azúcares.
5. En ocasiones, las alegaciones nutricionales como “sin azúcar” o “bajo contenido en azúcares” pueden crear confusión, pues ello no garantiza que aunque el alimento no contenga azúcares pueda tener otros hidratos de carbono como, por ejemplo, almidón en una galleta.
6. El sistema de raciones de hidratos de carbono es una herramienta básica para contabilizar con precisión los hidratos de carbono de la alimentación y así poder confeccionar menús equivalentes en hidratos de carbono.
7. Utilizando el sistema de raciones de hidratos de carbono se pueden adoptar dos estrategias: utilizar las mismas dosis de insulina realizando menús diferentes pero que contengan siempre la misma cantidad de hidratos de carbono o bien variar las dosis de insulina rápida en función de los hidratos de carbono que se toman en cada comida.
8. Los menús escolares deben ser trabajados conjuntamente entre los padres o tutores, personal escolar y el propio niño para conseguir adaptar la estrategias descritas en el punto anterior.
9. Los padres o cuidadores no deben descuidar el control del peso corporal y la práctica de ejercicio físico habitual como medidas asociadas para la mejora y mantenimiento de la salud general.
10. La alimentación es una parte fundamental en el tratamiento de la diabetes. No obstante, en ocasiones es causa de dificultades y conflictos, parte de los cuales pueden resolverse con un mayor conocimiento de la composición de los alimentos y de su relación con la insulina. Se debe animar a padres, cuidadores y niños a implicarse en el conocimiento de la diabetes para así hacer más “dulce” su tratamiento.

Fuente: Fundación para la Diabetes