Los huevos Benedictinos o huevos Benedict (eggs Benedict) son imprescindibles en cualquier brunch dominguero del que disfrutéis. Y resulta normal, porque solo con mirarlos se nos hace la boca agua, con esa salsa holandesa por encima de los huevos escalfados, la tentación de cortarlos y que la yema caiga por los laterales de nuestro muffin inglés.
Pero, ¿qué son los huevos Benedict y cuál es su origen…? Los huevos Benedictinos consisten en unos huevos escalfados sobre una loncha de bacon o jamón York, que se colocan sobre dos mitades de muffins ingleses u otro tipo de panecillo tostado, y que se cubren con abundante salsa holandesa.
El origen de esta receta de huevos Benedictine es bastante confuso y existen diferentes versiones, de la cual nos vamos a quedar con la que cuenta que en 1894, Lemuel Benedict, un corredor retirado de Wall Street, solicitó en el Hotel Waldorf Astoria un desayuno a base de tostadas con mantequilla, huevos escalfados, panceta crujiente y salsa holandesa, para hacer frente a una gran resaca. El maitre de este hotel incluyó en la carta de desayunos del Waldorf esta curiosa petición del sr. Benedict, sustituyendo las tostadas por muffins ingleses.
Receta de huevos Benedictinos o Benedict
Ingredientes para los huevos Benedict
- 4 huevos
- 1 cucharada de vinagre
- 1 l de agua
- Sal
- Pimienta
- 2 muffins ingleses o panecillos
- 8 lonchas de bacon
Para la salsa holandesa
- 125 g de mantequilla
- 4 yemas de huevo
- 1 cucharada de zumo de limón
- sal y pimienta
Salsa Holandesa para los huevos Benedict
La salsa holandesa es una salsa a base de mantequilla, yema de huevo y zumo de limón, ideal para acompañar pescado, huevos, verduras y, por supuesto, un ingrediente fundamental de los huevos benedictinos. Es una salsa que se consume caliente y hay que prepararla en el momento, porque no se puede recalentar. Por este motivo la prepararemos al baño maría, para que mantenga la temperatura mientras la preparamos y la servimos.
Clarificamos la mantequilla
El primer paso es clarificar la mantequilla, es decir separar su parte grasa, que es alrededor del 80%, del agua que contiene. Para la salsa holandesa usamos solo la parte grasa.
- Ponemos la mantequilla en un cazo y la calentamos a fuego muy bajo, nunca tiene que hervir, lo ideal es que no pase de los 60ºC (os recomendamos tener a mano un termómetro de cocina como este). No la removemos ni nada, solo dejamos que se funda por completo.
- Cuando comience a estar caliente aparecerá en la superficie una espuma y en el fondo una capa residual.
- Retiramos del fuego y pasamos a una jarra transparente.
- Dejamos reposar unos minutos, veremos que la grasa se separa del suero y queda flotando por encima de una mínima parte de suero que estará en el fondo de la jarra. Además veréis que se forma un residuo parecido a una espuma en la superficie, vamos a eliminarlo con un colador.
- La capa blanquecina del fondo, que es el suero, lo desechamos, ya que solo vamos a utilizar la grasa de la mantequilla.
- Reservamos hasta que la mantequilla esté templada.
Hacemos la salsa holandesa
- Separamos las yemas de las claras (podemos usar las claras para otra receta)
- Ponemos en un bol las yemas, una cucharada de zumo de limón, sal y pimienta a gusto, y ponemos este bol dentro de otro más grande con agua caliente al fuego. Intentamos que el agua no hierva, debemos mantener la temperatura de la salsa alrededor de los 55°C. Comenzamos a montar las yemas junto al limón con un batidor de varillas, sin dejar nunca de batir.
- Cuando las yemas se vuelvan blanquecinas y aumenten su volumen comenzamos a añadir la mantequilla en un hilo fino sin dejar de batir, y evitando que caiga el suero de la mantequilla del fondo.
- En poco tiempo la salsa holandesa habrá emulsionado. Miramos si es necesario añadir más sal o pimienta y reservamos hasta el momento de servir.
Preparamos el resto de ingredientes
- Partimos por la mitad cada muffin y untamos cada rebanada de pan con mantequilla y tostamos ligeramente en una sartén por ambas caras. Si no tenéis muffins podéis utilizar cualquier panecillo blando.
- Freímos las lonchas de bacon hasta que estén crujientes, reservamos sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
Hacemos los huevos escalfados
- Para hacer los huevos escalfados ponemos agua y vinagre a hervir. Es mejor si lo hacemos en una sartén o cacerola ancha.
- Cuando esté a punto de romper a hervir, apagamos el fuego, damos un par de vueltas suaves con una cuchara para que el agua gire ligeramente (no hace falta que hagáis un remolino), y añadimos, con cuidado de que no se rompan, los huevos enteros y abiertos
- Dejamos que se cocinen en el agua durante 3 minutos.
- Retiramos la espuma que se vaya formando y sacamos los huevos con ayuda de una espumadera a un plato con papel absorbente.
Cómo montar y servir los huevos Benedictinos
Colocamos la rebanada de pan tostado como base, sobre ella ponemos 2 lonchas de bacon fritas o de jamón York, el huevo escalfado, y por último regamos con la salsa holandesa.
Decoramos con un poco de perejil o cebollino picado.
En este vídeo puedes ver paso a paso todos los ingredientes y montaje para hacer los huevos Benedict, por si tenéis alguna duda con los pasos.
Consejos para hacer huevos benedictinos perfectos
¿Cuál es el mejor pan para acompañar los huevos Benedict?
Los muffins ingleses son unos panecillos suaves y tiernos, que no requieren horno. Son relativamente fáciles de hacer, pero si no los encontráis o no queréis complicaros mucho, podéis sustituirlos por pan de molde, y con un molde redondo cortar cada rebanada de pan, de esta manera nos quedarán perfectos.
También podéis utilizar cualquier panecillo redondo, como los clásicos panecillos Kaiser alemanes por ejemplo, o unos molletes andaluces en la versión española.
Tiempo de cocción de los huevos escalfados
Para preparar huevos escalfados para los huevos Benedict hay varios métodos que te pueden servir. Realmente no son muy complicados, pero sí es importante no pasarnos con la temperatura del agua, evitando que llegue a hervir. Si sigues las instrucciones que te damos arriba no tendrás problema. Otra opción es que pongas papel film en un vaso, pinceles con aceite, pongas el huevo y después de salpimentar lo cierres en forma de pequeño saco. Luego lo introduces en el agua y mantienes durante 3 minutos hasta que la clara se cuaje.
Y la opción más cómoda si preparas a menudo huevos escalfados es que te hagas con un utensilio como este escalfador de huevos de silicona, que te permitirá hacerlos de la forma más sencilla en solo 3 minutos.
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