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Seguro que habéis comido gulas al ajillo como aperitivo alguna vez. Suelen ser un entrante típico de Navidad, pero también se consume ya en cualquier época del año.
Hace tiempo lo tradicional en Navidad eran las hoy carísimas angulas al ajillo, muy típicas en el País Vasco, pero su precio prohibitivo, que hoy en día puede alcanzar más de 1000€/kg han hecho que las gulas, muy parecidas en aspecto y sabor se hayan popularizado como un ingrediente al alcance de cualquier bolsillo.
Las gulas en realidad son una imitación de las angulas (que son la cría de las anguilas), elaboradas con surimi de diferentes pescados. El surimi tiene proteínas de alto valor biológico y una notable ausencia de grasa y colesterol, pero su contenido en sal y aditivos suele ser alto por lo que es mejor consumirlo ocasionalmente.
Dicho esto, lo cierto es que las gulas dan un juego tremendo a la hora de preparar diferentes recetas, desde una deliciosa ensalada de gulas, a un revuelto con gulas o diferentes pinchos, bastante populares en el País Vasco.
Esta receta es tan fácil y rápida que casi no necesita explicación, pero sí un par de trucos para que vuestras gulas al ajillo queden perfectas.
Receta de gulas al ajillo
Ingredientes
- 400 g de gulas
- 100 g de gambas (frescas o congeladas ya peladas)
- 2 dientes de ajo
- 2 guindillas
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Perejil
Cómo hacer gulas al ajillo con gambas
Preparamos las gambas
- Si hemos comprado gambas congeladas las dejamos descongelar en la nevera. En caso de haber comprado gambas frescas las pelamos y reservamos.
Doramos el ajo y la guindilla
- Pelamos los dientes de ajo y los cortamos en láminas.
- Cubrimos el fondo de una sartén con aceite y la ponemos a fuego medio-bajo.
- Añadimos el ajo y las guindillas y dejamos que se vayan dorando. Lo ideal es que el ajo esté doradito pero no muy tostado porque amarga.
Añadimos las gulas y gambas a la sartén
- Subimos un poco el fuego.
- Añadimos primero las gambas bien escurridas a la sartén, les damos un par de vueltas y seguidamente añadimos las gulas, asegurándonos de que queden sueltas.
- Echamos un poquito de sal y removemos para que se impregnen bien del aceite aromatizado con el ajo y la guindilla.
- Salteamos un par de minutos y servimos.
Cómo servir las gulas al ajillo
Lo ideal es servir las gulas inmediatamente muy calientes porque si no pierden su sabor y textura.
Para servir os recomendamos cazuelitas de barro como estas, que podéis calentar ligeramente en el horno o también en el microondas con un poco de agua que retiramos antes de añadir las gulas, así la cazuela mantendrá caliente nuestras gulas.
Más recetas con gulas
Las gulas dan muchas opciones a la hora de preparar recetas. Salteadas al ajillo serán perfectas acompañando a cualquier pescado, como un salmón a la plancha, un bacalao confitado y otros.
También os las recomendamos en los clásicos pinchos sobre una tosta de pan y acompañados por ejemplo de pimientos del piquillo y huevos de codorniz.
Por supuesto no dejéis de probar la clásica ensalada de gulas, que podéis hacer con la receta de arriba, volcándola sobre una cama de lechuga. El mismo aceite del salteado servirá para aliñar esta deliciosa ensalada templada.
Y finalmente una opción que a mi me encanta y solemos cenar de vez en cuando es el revuelto de gulas. Una vez tengáis las gulas salteadas rompéis un par de huevos sobre las gulas y revolvéis hasta que se cuajen los huevos ¡y cena lista!
Otros aperitivos fáciles que te pueden gustar son el chorizo a la sidra, las gambas al ajillo, o los champiñones al ajillo.
