El trigo sarraceno es un pseudocereal muy nutritivo y libre de gluten. Aprender a moler los granos de trigo sarraceno para obtener harina casera te permite elaborar recetas más saludables y controlar mejor los ingredientes.
En este artículo te explicamos paso a paso cómo hacer harina de trigo sarraceno en casa, sus múltiples beneficios y algunas ideas para usarla en repostería y cocina.
Ingredientes para hacer harina de trigo sarraceno
Solo necesitamos un ingrediente:
- Trigo sarraceno en grano crudo (la cantidad dependerá de cuánta harina quieras moler)
Opcional:
- Para que la harina tenga mayor vida útil y se conserve mejor, se puede añadir 5 gramos de ácido ascórbico (vitamina C en polvo) por cada 450g de harina (puedes comprar aquí). Esto evita que se oxiden las grasas del grano.
Cómo hacer Harina de Trigo Sarraceno casera
El proceso para hacer harina casera de trigo sarraceno es muy sencillo:
- Toma los granos de trigo sarraceno y elimina cualquier impureza que puedan tener. Lava bien los granos.
- Extiende los granos de trigo sarraceno sobre una bandeja y hornéalos a 110°C entre 10-15 minutos. Esto hará que queden crujientes y se muelan más fácilmente.
- Deja enfriar los granos tostados y muélelos en pequeñas tandas en un molinillo de café eléctrico o procesador de alimentos. Muele hasta obtener un polvo fino.
- Cierne el polvo obtenido para separar la harina de la salvado más grueso. Guarda la harina y descarta el salvado sobrante.
- Si lo deseas, puedes añadir 5g de ácido ascórbico por cada 450g de harina (puedes comprar aquí), como se mencionó anteriormente. Mezcla bien.
- Guarda la harina de trigo sarraceno en un recipiente hermético, en un lugar fresco y seco. Se conserva bien hasta 4-6 meses.
Y ya tendrás lista tu propia harina de trigo sarraceno recién molida, libre de conservantes y aditivos. ¡Ahora podrás usarla para preparar deliciosas recetas!
Ideas para usar la Harina de Trigo Sarraceno
La harina de trigo sarraceno es muy versátil en repostería y cocina. Aquí te damos algunas ideas:
- Mezcla con harina de avena para hacer panes libres de gluten. Queda esponjoso y sabroso.
- Úsala para crepes, como la tradicional Galette Bretonne, gofres o tortitas de trigo sarraceno más nutritivos. Combina con leche de avena.
- Prepara muffins y magdalenas con harina de trigo sarraceno para el desayuno.
- Haz galletas con trigo sarraceno y frutos secos. Son crocantes y saludables.
- Prepara pasta con trigo sarraceno, como los pizzoccheri alla valtellinese, o los fideos soba japoneses.
- Espolvorea la harina sobre ensaladas o cereal con yogur para agregar proteínas.
- Reboza verduras o champiñones con harina de trigo sarraceno y hornea. Queda crujiente.
- Úsala en tartas y pasteles para volverlos más nutritivos y libres de gluten.
Las posibilidades son infinitas. Atrévete a reemplazar parte de la harina de trigo por esta alternativa llena de nutrientes en tus recetas preferidas. Tu cuerpo te lo agradecerá.
Propiedades y beneficios del trigo sarraceno
El trigo sarraceno no es realmente un cereal, sino la semilla de la planta Fagopyrum esculentum. Se trata de un pseudocereal sin gluten, ideal para celíacos.
Estas son algunas de sus principales propiedades nutricionales:
- Alto contenido en proteínas de alto valor biológico. Más que la avena o el arroz.
- Excelente fuente de fibra, tanto soluble como insoluble, que ayuda a mejorar el tránsito intestinal.
- Contiene magnesio, fósforo, manganeso, cobre y vitaminas del grupo B.
- Mayor contenido en antioxidantes que la mayoría de los cereales.
- Es totalmente libre de gluten y apto para celíacos. También se recomienda en alergias e intolerancias alimentarias.
- Tiene un índice glucémico bajo, por lo que no eleva rápidamente el azúcar en la sangre.
Como podemos ver, la harina de trigo sarraceno casera nos aporta una gran cantidad de nutrientes esenciales para nuestra salud.
Ya conoces todos los detalles para elaborar tu propia harina de trigo sarraceno casera fresca y natural. Es un proceso sencillo que te permite mejorar la calidad de tus preparaciones de repostería y hacerlas más saludables. ¡Manos a la obra!