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La pizza de calabacín es una deliciosa alternativa para aquellos que buscan disfrutar de su pizza favorita sin las calorías y carbohidratos asociados a la masa tradicional.
Esta versión saludable de la pizza utiliza calabacín como base, lo que no solo la hace baja en carbohidratos, sino que también incrementa el consumo de verduras de manera fácil y rica.
Si estás siguiendo una dieta keto, sin gluten, o simplemente quieres probar algo nuevo, la pizza con base de calabacín es una opción excelente que te permite disfrutar una buena pizza sin sentirte culpable.
Beneficios de usar calabacín como base
Optar por el calabacín como base para tu pizza tiene múltiples beneficios, como la reducción significativa de calorías y carbohidratos en comparación con la masa de pizza tradicional. Mientras que una porción de pizza convencional puede tener entre 200 y 300 calorías, una pizza con base de calabacín tiene considerablemente menos, convirtiéndose en una opción ideal para quienes buscan controlar su ingesta calórica.
Además, el calabacín es un vegetal rico en fibra, lo que ayuda a mejorar la digestión y a mantenerte saciado por más tiempo. También es una excelente fuente de vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina C, vitamina A, potasio y antioxidantes, que contribuyen a la salud general del cuerpo.
Otro punto a favor del calabacín es que es naturalmente libre de gluten, lo que lo convierte en una excelente opción para personas con enfermedad celíaca o aquellas que siguen una dieta sin gluten. También es perfecto para quienes siguen una dieta keto, ya que es bajo en carbohidratos y puede combinarse fácilmente con otros ingredientes altos en grasas saludables para mantener el balance macronutricional adecuado.
Finalmente, al usar calabacín como base, estás incorporando más vegetales a tu dieta de una manera creativa, algo especialmente útil si tienes niños o si tú mismo tienes dificultad para consumir la cantidad diaria recomendada de verduras.
Receta de pizza de calabacín
Ingredientes
Para la Base de Calabacín:
- 2 calabacines medianos
- 1 huevo grande
- 1/2 taza de queso mozzarella rallado (puedes usar una versión sin lactosa si lo prefieres)
- 1/4 taza de queso parmesano rallado
- 1/2 taza de harina de almendra (para una versión sin gluten) o harina de coco
- 1 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de ajo en polvo
- 1/2 cucharadita de orégano seco
Para los Toppings:
- Salsa de tomate sin azúcar o salsa de pizza casera
- Queso mozzarella rallado
- Tomates cherry
- Albahaca fresca (para decorar)
Preparación de la Base de Calabacín
La clave para obtener una base de calabacín perfecta es manejar bien la humedad del calabacín y asegurarse de que la mezcla esté bien compacta antes de hornear. Sigue estos pasos para preparar tu base:
- Rallar el calabacín: Comienza rallando los calabacines usando un rallador de agujeros grandes. Coloca el calabacín rallado en un colador y espolvorea la sal por encima. Deja reposar durante unos 10 minutos para que el calabacín libere su agua.
- Escurrir el calabacín: Después de los 10 minutos, usa un paño de cocina limpio o una gasa para exprimir el exceso de agua del calabacín rallado. Este paso es crucial para evitar que la base quede demasiado húmeda y no se cocine correctamente. Debes eliminar la mayor cantidad de agua posible.
- Mezclar los ingredientes: En un bol grande, combina el calabacín escurrido con el huevo, el queso mozzarella, el queso parmesano, la harina de almendra, el ajo en polvo y el orégano. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y formen una masa homogénea.
- Formar la base: En una bandeja para hornear cubierta con papel pergamino, coloca la masa de calabacín y extiéndela con las manos o con una espátula para darle forma de pizza. Puedes hacerla tan gruesa o tan fina como prefieras, aunque una base de grosor medio suele ser ideal para evitar que se desmorone.
Armado y cocción de la pizza
- Pre-cocción de la base: Precalienta el horno a 200°C (390°F). Hornea la base de calabacín durante unos 20 minutos o hasta que esté dorada y firme al tacto. Este paso asegura que la base esté bien cocida antes de añadir los toppings.
- Añadir los toppings: Una vez que la base esté lista, sácala del horno y deja que se enfríe ligeramente. Luego, extiende una capa uniforme de salsa de tomate por encima y añade el queso mozzarella rallado junto con tus toppings favoritos. Puedes personalizar tu pizza con los ingredientes que más te gusten, ya sea una combinación clásica de peperoni y champiñones, o una opción más vegetariana con pimientos y espinacas.
- Hornear la pizza: Regresa la pizza al horno y hornea por otros 10-15 minutos, o hasta que el queso esté bien derretido y burbujeante. Si prefieres una base más crujiente, puedes colocar la pizza en la rejilla del horno durante los últimos 5 minutos de cocción.
- Servir y disfrutar: Una vez que la pizza esté lista, retírala del horno y déjala reposar un par de minutos antes de cortarla. Decora con albahaca fresca o un poco de orégano seco si lo deseas, y disfruta de tu pizza de calabacín saludable y deliciosa.
Consejos para hacer pizza de calabacín
- Añadir queso a la base: Si quieres que tu base tenga un sabor más rico y una textura más firme, puedes añadir un poco más de queso a la mezcla del calabacín. Esto también ayuda a que la base se mantenga unida durante la cocción.
- Combinación de verduras: Puedes experimentar mezclando el calabacín con otras verduras ralladas, como zanahorias o espinacas, para obtener una base con diferentes texturas y sabores.
- Base de calabacín keto: Si estás siguiendo una dieta keto, asegúrate de usar harinas bajas en carbohidratos como la de almendra o la de coco. También puedes aumentar la cantidad de queso en la receta para mantener un buen balance de grasas.
- Porciones individuales: Si prefieres hacer porciones individuales de pizza, divide la masa de calabacín en pequeñas porciones antes de hornearlas. Esto es perfecto para servir en una cena o para preparar comidas rápidas durante la semana.
- Para una base más crujiente, asegúrate de escurrir bien el calabacín antes de mezclarlo con los demás ingredientes. También puedes hornear la base a una temperatura ligeramente más alta, entre 220°C (430°F) y 230°C (450°F), durante los últimos minutos de cocción.
La pizza de calabacín es una opción fantástica para disfrutar de una comida deliciosa y saludable sin sacrificar el sabor o la textura que tanto amamos de una pizza casera tradicional. Esta alternativa es fácil de preparar y personalizar, al igual que ocurre con la pizza de coliflor ¡Anímate a probarla en casa y descubre una nueva forma de disfrutar de la pizza sin culpa!
