Hoy os traigo una receta muy especial, las albóndigas en salsa de mi abuela, que, junto a sus callos a la madrileña, y su también famoso cocido madrileño, eran uno de sus platos estrella.
Aunque mi abuela Natividad ya no está con nosotros, afortunadamente sí conservamos sus recetas, y la seguimos recordando con cariño cada vez que preparamos una de sus recetas, y a mi estas albóndigas en salsa, me traen muchos recuerdos.
Seguro que en cada casa las albóndigas caseras se preparan de una manera: en unos casos serán las tradicionales albóndigas en salsa española, en otras las albóndigas en salsa de almendras, o las albóndigas a la jardinera… A mi me gustan todas, pero estas albóndigas que mi abuela preparaba con una salsa de verduras y tomate que cocinaba a fuego lento tienen un sabor especial.
Aunque se añade tomate triturado, no son las clásicas albóndigas con tomate. En este caso tienen más peso las verduras en la salsa, y es muy importante cocinarlas a fuego lento para que las albóndigas suelten el jugo de la carne en la salsa. Y además tienen un pequeño secreto, porque mi abuela hacía la salsa con un saborcito ligerísimamente picante (si no había niños en la mesa), que le daban un carácter muy especial.
¿Quieres saber cómo se preparan? Seguro que tú también las incluyes entre tus favoritas.
Receta de albóndigas de la abuela en salsa de verduras
Ingredientes
Para las albóndigas
- 1 kg de carne picada, mitad cerdo y mitad ternera
- 1 rebanada de pan de molde
- ½ vasito de leche
- 1 huevo
- 1 cucharada de perejil picado
- 2 o 3 dientes de ajo picados
- 1 cucharadita pequeña de jengibre
- 1 pizca de pimienta negra molida
- 1 pizca de sal
- Harina
- Aceite de oliva virgen extra
Para la salsa de verduras
- 1 cebolla
- 1 pimiento verde
- 1 lata de 400 g de tomate triturado
- Sal
- Pimienta
- Cayena molida (opcional)
Cómo hacer albóndigas en salsa de verduras al estilo de la abuela
- Ponemos en el mortero el ajo pelado, la sal, la pimienta y el perejil, y majamos bien.
- Mojamos el pan con la leche y escurrimos.
- Ponemos en un cuenco amplio la carne picada, y le añadimos la sal, el perejil, los ajos, el jengibre, la pimienta, el huevo y la miga de pan, que hemos empapado con la leche y escurrido.
- Con un tenedor mezclamos todo bien.
- Una vez que esté todo mezclado, con la mano formamos pequeñas bolitas.
- Para ayudarte a coger siempre la misma cantidad de masa puedes usar una cuchara para helados.
- Pasamos ligeramente por harina
- Cuando tengamos todas nuestras albóndigas hechas, las freímos aceite de oliva virgen extra bien caliente en la cacerola que vamos a utilizar.
- Cuando estén doradas por todas partes las sacamos y reservamos.
- En el mismo aceite que hemos utilizado para freírlas añadimos la cebolla picada.
- Dejamos que se dore y caramelice a fuego medio-bajo, añadiendo una pizca de sal.
- Cuando la cebolla esté dorada añadimos el pimiento verde picado en cubitos.
- Dejamos que se ablande junto a la cebolla.
- Finalmente añadimos el tomate triturado.
- Salpimentamos y añadimos también una pizca de azúcar para quitarle la acidez al tomate.
- Dejamos que se cocine a fuego lento durante 20-30 minutos.
- Pasado el tiempo trituramos con una batidora de brazo. Si queremos que quede una salsa más fina podemos colar o pasar por el chino.
- Y aquí os dejo el truco de mi abuela, y es que, salvo que hubiese niños pequeños, siempre añadía una pizca de cayena molida, para darle un saborcito ligeramente picante a la salsa. Si queréis probarlo os recomiendo que vayáis haciéndolo poco a poco, hasta que encontréis el punto exacto que os gusta.
- Añadimos a la salsa las albóndigas que teníamos reservadas.
- Dejamos que se cocinen durante 20 minutos más a fuego lento.
- Servimos calientes.
Cómo acompañar las albóndigas de la abuela
Si tuviera que explicarte lo riquísima que está la salsa de estas albóndigas no podría con palabras, así que lo mejor es que las pruebes. A mi personalmente me encanta acompañarlas con arroz blanco (mira nuestra receta que también tiene truco), porque así se aprovecha mejor la salsa.
Consejos para hacer la receta de albóndigas tradicional
Consejos para unas albóndigas jugosas
- Hidratar el pan: Antes de mezclar el pan de molde con la carne, déjalo bien empapado en leche hasta que esté muy suave. Luego, desmenúzalo y mézclalo con la carne. Este truco hará que las albóndigas queden más tiernas y jugosas.
- Mezcla de ingredientes: Cuando mezcles la carne con el huevo, el pan, el ajo, el perejil, la sal, la pimienta y el jengibre, hazlo suavemente. No amases en exceso, ya que eso puede endurecer la carne. Simplemente asegúrate de que los ingredientes estén bien integrados.
- Reposo en la nevera: Una vez formadas las albóndigas, mételas en la nevera durante unos 15-30 minutos. Esto ayuda a que mantengan mejor la forma al cocinarlas.
- Rebozado ligero en harina: Pasa las albóndigas por una ligera capa de harina antes de freírlas. Esto ayuda a que se doren bien y mantengan su jugo en el interior, además de espesar ligeramente la salsa cuando se mezclen.
- Sella bien las albóndigas: Fríelas en aceite de oliva bien caliente solo hasta que se doren por fuera; no hace falta que se cocinen completamente, ya que terminarán de hacerse en la salsa.
Consejos para la salsa de verduras
- Sofrito con paciencia: Pica la cebolla y el pimiento verde en trozos pequeños y sofríelos a fuego medio-bajo hasta que estén bien pochados. La cebolla debe volverse transparente y ligeramente dorada; esto le da profundidad de sabor a la salsa.
- Añade el tomate triturado y cocina bien: Cuando la cebolla y el pimiento estén listos, añade el tomate triturado, una pizca de sal y pimienta. Cocina a fuego lento durante al menos 15-20 minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que el tomate haya perdido su acidez y se haya concentrado el sabor.
- Un toque de cayena (opcional): Si quieres darle un puntito de picante, añade una pizca de cayena molida. Esto es opcional, pero le da un toque especial a la salsa.
Montaje final
- Una vez lista la salsa, incorpora las albóndigas a la cazuela y mezcla suavemente para que se impregnen bien. Cocina a fuego bajo durante unos 15-20 minutos para que las albóndigas absorban el sabor de la salsa.
Consejo final: Reposo
- Deja que el plato repose unos minutos antes de servir. Las albóndigas en salsa de verduras suelen estar más sabrosas cuando han reposado un poco, ya que los sabores se asientan.
Con estos consejos, lograrás unas albóndigas jugosas y una salsa de verduras sabrosa y bien equilibrada que nada tendrá que envidiar a las recetas tradicionales de nuestras abuelas.
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