¿Quién puede resistirse a unas croquetas caseras bien hechas? Y si hablamos de croquetas de chorizo, ¡la cosa se pone aún mejor! Este clásico de la cocina española combina la suavidad de una bechamel cremosa con el sabor intenso y ligeramente picante del chorizo. Perfectas para compartir en una cena con amigos, como aperitivo en una mesa de tapeo o simplemente para darte un capricho cualquier día.
Las croquetas de chorizo tienen algo especial que las hace destacar. Su aroma inconfundible y ese contraste entre el crujiente rebozado y el interior cremoso te conquistan desde el primer bocado. Además, son una forma ideal de aprovechar restos de chorizo que tengas en casa y transformarlos en algo espectacular. Lo mejor de esta receta es que puedes prepararlas con antelación, congelarlas y tener siempre a mano un aperitivo delicioso y casero. ¿No te apetece aprender a hacerlas?
Receta de croquetas de chorizo
Ingredientes
- 50 g de mantequilla
- 50 g de harina de trigo
- 500 ml de leche entera (caliente)
- 100 g de chorizo (dulce o picante, según prefieras)
- 1 cebolla pequeña (opcional, para un toque extra de sabor)
- Sal y nuez moscada al gusto
- Pan rallado (para el rebozado)
- 2 huevos (batidos, para el rebozado)
- Aceite de oliva (para freír)
Para unas 20-25 croquetas
Cómo hacer croquetas de chorizo crujientes y cremosas por dentro
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Preparar el sofrito
- Pela el chorizo y córtalo en trocitos pequeños. Si decides usar cebolla, pícala muy fina.
- En una sartén a fuego medio, saltea el chorizo (y la cebolla, si la usas) sin añadir aceite; el chorizo soltará su propia grasa. Reserva.
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Hacer la bechamel
- En la misma sartén, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade la harina y remueve constantemente durante 1-2 minutos para tostarla un poco.
- Poco a poco, incorpora la leche caliente sin dejar de remover con unas varillas para evitar grumos.
- Cocina la bechamel hasta que espese y quede cremosa. Sazona con sal, nuez moscada y, si quieres, una pizca de pimienta.
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Integrar el chorizo
- Añade el chorizo (y la cebolla, si usaste) a la bechamel y mezcla bien.
- Vierte la mezcla en una fuente o bandeja, cubre con papel film en contacto directo con la masa (para que no se forme costra) y deja enfriar.
- Luego, refrigera al menos 2 horas, o mejor toda la noche.
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Formar y rebozar las croquetas
- Con las manos o dos cucharas, forma las croquetas del tamaño que prefieras.
- Pásalas primero por huevo batido y después por pan rallado. Si quieres un rebozado más crujiente, repite este paso (doble capa).
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Freír las croquetas
- Calienta abundante aceite de oliva en una sartén profunda o freidora a 180 ºC. Asegúrate de que el aceite esté bien caliente antes de añadir las croquetas, para que no absorban demasiada grasa.
- Fríe las croquetas en tandas pequeñas para que no se enfríe el aceite y obtengas un dorado uniforme.
- Sácalas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Cómo conseguir croquetas de chorizo crujientes y cremosas por dentro
Hacer croquetas de chorizo cremosas y crujientes puede parecer un reto al principio, pero con estos consejos te asegurarás de que cada detalle salga perfecto. Desde el manejo de la masa hasta la fritura, aquí tienes trucos útiles que harán la diferencia:
1. Elige un chorizo de calidad
El sabor de las croquetas depende en gran medida del chorizo que utilices. Opta por un chorizo artesanal o de buena calidad, ya sea dulce o picante según tu gusto. Si quieres un toque más intenso, mezcla chorizo curado con chorizo fresco. Recuerda que el chorizo liberará su grasa al cocinarse, lo que potenciará el sabor de la bechamel.
2. La importancia de una bechamel bien hecha
La textura cremosa por dentro depende de la consistencia de la bechamel. Ten en cuenta estas claves:
- Leche caliente: Añadir la leche caliente a la mezcla de mantequilla y harina ayuda a evitar grumos y facilita que espese rápidamente. Si la tienes fría, tómate el tiempo de calentarla antes.
- Remueve sin parar: Usa unas varillas o una cuchara de madera para mezclar continuamente. Esto asegura una textura lisa y sin grumos.
- Consistencia adecuada: La masa debe quedar espesa, pero no demasiado densa. Al enfriar, la mezcla se endurecerá un poco más, así que no te preocupes si parece algo ligera cuando esté caliente.
3. Déjala reposar el tiempo necesario
Después de cocinar la bechamel, es fundamental que enfríes la masa completamente antes de darle forma. Esto hace que sea más fácil manejarla y que las croquetas mantengan su forma al freírlas. Cubre la masa con film transparente en contacto directo para evitar que se forme una costra en la superficie.
4. Cómo darle forma sin ensuciarte demasiado
Para darles forma fácilmente:
- Usa dos cucharas: Con una cucharada recoge un poco de masa y usa la otra para darle forma ovalada o redondeada.
- Manos húmedas o enharinadas: Si prefieres usar las manos, humedécelas ligeramente con agua o espolvoréalas con harina. Esto evitará que la masa se pegue a tus dedos.
5. El rebozado ideal para croquetas crujientes
El rebozado es clave para lograr el crujiente perfecto. Aquí van algunos trucos:
- Pan rallado panko: Este tipo de pan rallado japonés tiene una textura más gruesa que el pan rallado tradicional, lo que da un resultado mucho más crujiente.
- Doble rebozado: Si quieres asegurarte de que tus croquetas tengan una capa exterior gruesa y crujiente, haz un doble rebozado. Pásalas por huevo y pan rallado dos veces.
- Reposa antes de freír: Una vez rebozadas, deja las croquetas en la nevera unos 30 minutos para que el empanado se fije bien. Esto también ayuda a que no se abran durante la fritura.
6. La fritura perfecta
El punto final de las croquetas es la fritura, y aquí es donde muchas veces se cometen errores:
- Aceite abundante: Asegúrate de usar suficiente aceite para que las croquetas queden sumergidas y se cocinen de manera uniforme.
- Temperatura correcta: El aceite debe estar caliente (unos 180 ºC). Si está frío, las croquetas absorberán demasiada grasa; si está demasiado caliente, el rebozado se quemará antes de que se calienten por dentro.
- Freír en tandas pequeñas: No añadas muchas croquetas de golpe, ya que esto enfría el aceite y afecta el crujiente.
- Escurre bien: Al sacarlas del aceite, colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
7. Congela las croquetas para organizarlas mejor
Las croquetas son ideales para preparar con antelación y tener siempre listas en el congelador:
- Congelación individual: Coloca las croquetas crudas y rebozadas en una bandeja separadas unas de otras y congélalas así. Una vez congeladas, guárdalas en una bolsa o recipiente hermético.
- Freír directamente congeladas: No necesitas descongelarlas antes de freírlas. Simplemente asegúrate de que el aceite esté bien caliente y fríelas en tandas pequeñas para que se cocinen bien.
8. Ajusta el sabor a tu gusto
Aunque el chorizo ya aporta mucho sabor, puedes personalizar tus croquetas:
- Añade queso rallado: Un toque de queso curado como manchego o parmesano en la bechamel intensifica el sabor.
- Incorpora hierbas o especias: Un poco de perejil fresco picado, pimentón ahumado o incluso una pizca de ajo en polvo puede dar un toque especial.
- Controla la sal: Recuerda que el chorizo suele ser salado, así que ajusta la cantidad de sal en la bechamel con cuidado.
Con estos consejos, tus croquetas de chorizo serán un éxito asegurado: crujientes por fuera, cremosas por dentro y llenas de sabor. ¡Anímate a prepararlas y sorprende a tu familia o amigos con esta delicia casera!
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