Piruletas de queso Parmesano, un aperitivo fácil y rápido

Estas piruletas de queso parmesano pueden ser todo un éxito en cualquier fiesta o celebración como aperitivo. En este caso además de estar buenísimas son extremadamente fáciles de preparar, y seguro que vuestros hijos están encantados de ayudaros en la cocina.

El queso parmesano se puede usar rallado o gratinado. El tiempo de almacenamiento de un buen queso parmesano no debe ser inferior a 24 meses, pudiendo llegar hasta los 36. Es creencia generalizada que el Parmesano es un condimento sólo para platos de pasta o sopa, o para utilizar en la cocina, pero también es un excelente queso de postre, especialmente cuando es joven o no muy viejo. En Italia, se sirve troceado y acompañado de higos o peras, o se parte en trocitos pequeños y se consume como aperitivo.

¿Preparados para comer estas piruletas de queso parmesano?

Receta de piruletas de queso parmesano

Ingredientes

Para 16 piruletas

• 1 cucharada de queso parmesano rallado o en polvo por piruleta
• 40 g de pipas de calabaza tostadas
• 1 palillo por piruleta

Cómo hacer piruletas de parmesano

• Primero picamos las semillas de calabaza de forma rápida, no importa si quedan algunos trozos más grandes que otros, así las piruletas quedarán más bonitas.
• Luego mezclamos las semillas con el queso rallado en un cuenco.

• Cubrimos una fuente para horno con papel vegetal, ponemos encima un cortante redondo de 5 cm de diámetro aproximadamente y rellenamos con dos cucharadas de queso.
• Ayudándonos con la cuchara presionamos bien el queso para que nos quede un círculo compacto y retiramos el cortante con cuidado para que no se nos escape el queso por los lados, aunque si se escapa un poco no pasa nada, en el horno se deformarán un poco. Nos tiene que quedar un circulo de queso de aproximadamente 5 mm de alto.
• Apoyamos ligeramente un palito de cakepop encima (sin hacer presión) y cubrimos con un poquito de queso.
• Así vamos haciendo todas las piruletas, dejando unos centímetros de distancia entre una y otra, ya que al calentarse en el horno el queso se expandirá un poco y así evitaremos que se peguen.

• Lo horneamos muy pocos minutos en el horno a unos 170º, pero no nos movemos del sitio porque en cuestión de segundos el parmesano pasa de tostado a quemado y deja un olor fortísimo en la cocina, además de no poderse comer.
• Sacamos la bandeja del horno. Esperamos un poco a que se enfríen y con una espumadera las despegamos. Suelen estar ya sueltas.

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