Los médicos recomiendan beber alrededor de 2 litros de agua diariamente para el correcto funcionamiento del organismo. Pero, ¿sabíais que las embarazadas deben beber más agua de lo habitual?
El mayor consumo de agua es necesario para la propia hidratación, el crecimiento del feto, la formación del líquido amniótico y la mayor ingestión de energía característica de las mujeres durante el embarazo. Si estáis embarazadas, no os perdáis este post.
¿Por qué es importante beber agua en el embarazo?
Generalmente nos dicen que durante el embarazo debemos comer por dos, aunque esto no es así. Sin embargo, sí debemos beber por dos. Pero quedaos tranquilas, que no tendréis que beber el doble de lo recomendado sino al menos 300 mililitros extra. El Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) aconseja aumentar al menos en 300ml la ingesta diaria de agua para disponer de suficiente cantidad de líquido y asegurar el estado óptimo de la salud del bebé y la propia.
Durante el embarazo, la sensación de sed disminuye, sintiéndose sed cuando ya ha comenzado el proceso de deshidratación. Por este motivo, es sumamente importante que bebáis agua aún sin sentir la necesidad de hacerlo.
El IIAS asegura que “el agua mineral natural aporta a las mujeres gestantes un mayor número de ventajas para su bienestar”. Beber al menos 2,3 litros de agua diarios durante el embarazo facilita el trabajo de los riñones, regulariza el tránsito intestinal, favorece la digestión y ayuda a transportar nutrientes. Otra buena noticia de beber agua: ¡es una bebida sin calorías, sana desde su origen y aporta minerales esenciales y oligoelementos!
El agua mineral no necesita ninguna clase de tratamiento desinfectante ni de filtrado. Bebed al menos 2,3l de agua todos los días durante vuestro embarazo para así cuidar vuestra salud y la de vuestro bebé.
Lo ideal es ir bebiendo pequeñas cantidades durante todo el día y sobretodo no esperar a tener sed.
- Aumenta el volumen plasmático y mantiene la cantidad de líquido amniótico.
- Facilita el transporte de nutrientes hacia el torrente sanguíneo del feto y su distribución por todo el organismo.
- Mejora el estreñimiento.
- Previene la acidez y las náuseas (bebiendo a pequeños intervalos).
- Al incrementar la producción de orina previene los cálculos renales, infecciones de orina y facilita la eliminación de toxinas.
- Evita la deshidratación que puede producir dolor de cabeza, náuseas e incluso contracciones.
- Previene el edema (hinchazón y retención de líquido).
En este periodo es importante beber de 2-2,5 (primer trimestre) a 3 litros (segundo y tercer trimestre) diarios.
Recordad que si la orina es más oscura de lo habitual es un aviso de que se debe beber más.
¿Cómo afecta la deshidratación en el embarazo?
La deshidratación leve aguda puede provocar que haya poco líquido amniótico. Esto se asocia a un bajo peso al nacer, aumento de la tasa de mortinatos y fallecimientos neonatales, mayor número de ingresos del recién nacido en unidades de cuidados intensivos y mayor frecuencia de malformaciones o enfermedades congénitas, entre otras.
¿Por qué es importante tomar líquido en la lactancia?
Al contrario que en el embarazo (en el que puedes no notar la sensación de sed) si estáis dando el pecho seguro que en muchas de las tomas necesitáis beber agua. A veces es instantáneo, el bebé toma pecho y nosotras sentimos de inmediato la necesidad de beber. Al contrario que en el embarazo (que no se tiene sensación de sed), en la lactancia esto no ocurre y a veces la necesidad de beber es imperiosa, no se puede posponer.
Es importante (y más si estamos solas) tener siempre un botellín o vaso de agua al alcance porque seguramente en cuanto el niño coja el pecho notaremos la sensación de sed (sobre todo al principio).
La lactancia materna debe ser a demanda (cada vez que el bebé lo requiera).
Los bebés, en sus primeros 6 meses de vida beben un promedio de 750ml de leche al día, por tanto, la mamá debe aumentar la ingesta de líquido, de manera que satisfaga todas sus necesidades y las del bebé (la leche materna contiene un 85-90% de agua). Por este motivo se recomienda llegar a los 3 litros al día.
¿Cómo afecta la deshidratación en la lactancia?
Es difícil que una deshidratación leve afecte a la calidad, pero si es moderada o grave, puede cambiar tanto la cantidad de la leche como su composición.
Si estoy embarazada o en época de lactancia ¿qué puedo beber?
- Agua, zumos naturales, caldos, gazpacho…
- También es recomendable comer alimentos hidratantes (frutas, verduras y hortalizas).
¿Qué bebidas hay que evitar?
- Alcohol y bebidas estimulantes (Cola, café, té… (con cafeína)).
Las bebidas con cafeína no están prohibidas pero se recomienda bajar la dosis al mínimo.