Navidad, dulce Navidad… ¡Nunca mejor dicho! Turrón, polvorones, roscón de reyes… y una lista infinita de comida exquisita pero también llena de grasa y azúcar. Tanto niños como mayores solemos comer demasiado en estas fiestas. ¿Qué se puede hacer para evitar las indigestiones, la pesadez de estómago, los empachos y los kilos de más? Comida de fiesta sí, pero en su justa medida.
A los dulces típicos de Navidad tenemos que sumar los aperitivos y los platos principales: mariscos, embutidos, carnes rojas, dulces…, esto provoca que el cuerpo se vea incapaz de eliminar las toxinas, proteínas y grasas que estos alimentos llevan consigo provocando los típicos síntomas de la indigestión, nauseas, dolor de barriga, pinchazos en el estómago, hinchazón, gases…
- Es evidente que en estos días de fiesta todos queremos comer bien y tomar alimentos que durante el año no comemos demasiado. La clave está en la moderación, se puede comer de todo pero en pequeñas cantidades.
- Si somos los anfitriones y tenemos la opción de elegir el menú, aparte del aperitivo es conveniente poner como opción ensaladas navideñas como primer plato y/o acompañamiento.
- De segundo plato mejor pescado o carne blanca que carne roja. Por ejemplo pescado al horno o pavo relleno al horno, o este pollo relleno.
- La bebida de elección debe ser el agua. No es recomendable que los niños tomen refrescos. Como hemos contado en varias ocasiones, los refrescos contienen demasiado azúcar y mucha cantidad de fósforo (mineral que compite con el calcio y provoca descalcificación ósea) además de provocar hinchazón debido al gas, por tanto, es mejor evitarlos.
- Los mayores no olvidéis tomar el alcohol con moderación ya que no está exento de calorías y junto a la grasa y las proteínas sobrecarga el hígado haciendo la comida aún más pesada.
- Es recomendable escoger embutidos poco grasos e ibéricos (ya que la composición de la grasa es mejor) como jamón dulce, pavo, jamón y lomo ibérico, patés vegetales y quesos de menos del 20% de materia grasa. El paté y los embutidos grasos no son recomendables (chorizo, salchichón…) ya que contienen demasiada grasa saturada y colesterol.
- Es recomendable compensar las comidas. Es decir, si vamos a hacer una cena copiosa deberíamos hacer una comida ligera y lo mismo con la cena cuando tengamos la comida festiva.
- Cuidado con las malas costumbres, “En épocas navideñas me como un trocito de turrón cada día después de comer”, ¡cuidado! , porque pasará la Navidad y vuestro cuerpo os pedirá dulce después de comer, provocando alteraciones en nuestra dieta y ansiedad si no se come.
- Una opción estupenda es hacer nosotros mismos los dulces navideños, de esta manera podemos controlar la cantidad de azúcar y la calidad de la grasa que pongamos.
- Espárragos verdes al horno + pollo al horno + pan + fruta.
- Ensalada + salmón a la plancha + pan + yogur.
- Setas a la plancha con jamón + gallineta a la plancha + pan + fruta.
Después de las fiestas es recomendable seguir una dieta depurativa que contenga pocas proteínas, pocas grasas y muchos alimentos frescos como ensaladas, frutas y verduras.
Asimismo, es muy recomendable durante y después de las fiestas, beber 2 litros de agua diarios, caldos desgrasados o infusiones y practicar ejercicio regularmente.
Como veis se puede disfrutar de las recetas de Navidad sin tener que sufrir la tan indeseada indigestión.
2 comentarios
lorena
¡Gracias por los consejos! ¿Podrían dar por favor la receta de la ensalada de la foto? Alcanzo a ver lechuga, quinoa y naranja ¿qué más tiene?
Sílvia
Hola Lorena,
te dejo el enlace!
https://www.pequerecetas.com/receta/ensalada-quinoa/