Cetosis o acetona en vuestros hijos: ¿debéis considerarla como un signo de alarma? ¿De qué se trata? ¿Es perjudicial? Hablamos de un fenómeno bastante frecuente en la primera infancia que suele presentarse en algunos niños cuando tienen entre 4 y 5 años de edad.
Sus síntomas más comunes son aliento a manzanas ácidas o fruta madura, vómitos, lengua seca o cansancio desde que se despiertan por la mañana… ¿Os suenan? Tomad nota, os invito a conocer más sobre la cetosis o acetona infantil.
Qué es la cetosis infantil y por qué se produce
La acetona infantil no se trata de una enfermedad, sino de un tipo de mecanismo de defensa natural que actúa cuando las reservas de azúcar del organismo de vuestros hijos se agotan (ayunos prolongados, crisis de vómitos o fiebre…).
¿Sabíais que un niño necesita hasta 4 veces más glucosa que un adulto? Sus reservas de azúcar son mucho más limitadas. Pero no hay de qué preocuparse, el cuerpo de vuestros pequeños es muy sabio y cuenta con un motor alternativo: cuando los azúcares no están disponibles, estos son sustituidos por la grasa para recuperar energía. Esto anima la producción de cuerpos cetónicos (ácidos elaborados por el hígado cuando se acelera el metabolismo de las grasas), donde se encuentra la acetona. Como se trata de un tóxico si se retiene, es eliminado por la orina y la respiración, de ahí el olor característico a fruta madura en el aliento de vuestros hijos.
Cómo detectar la acetona: sticks urinarios.
Antes comentábamos la presencia de cuerpos cetónicos: estos pueden medirse a través del uso de unos sticks que venden en farmacias y que detectan la cantidad de cetonuria, simplemente con unas gotas de orina. Si el niño tiene acetona, es suficiente con adoptar algunas sugerencias dietéticas durante 2-3 días.
Si el resultado es negativo, es decir, si el niño no tiene cetosis pero presenta los síntomas que comentábamos anteriormente, hay que dirigirse al pediatra para averiguar las causas del malestar.
Qué hacer si vuestros hijos sufren cetosis
El objetivo principal es recuperar las reservas de azúcar. Os presentamos algunas de las técnicas más favorables para vuestros niños:
Bebidas azucaradas y zumos: es mejor, para evitar posibles vómitos que sean perjudiciales para ellos, dárselos en pequeñas cantidades y a sorbitos.
Suero casero para aliviar la deshidratación: debido a los posibles vómitos, los niños pueden correr riesgo de deshidratación. Una buena solución es proporcionarles suero casero a base de agua mineral, zumo de limón, azúcar, una pizca de sal y de bicarbonato. De este modo, disminuiréis los vómitos e hidrataréis el organismo de vuestros hijos.
Leche condensada: si bien os pueden recomendar dale a los niños leche condensada, está comprobado que este tipo de alimento resulta más bien indiferente: no todo tipo de azúcar favorece en esta situación, ya que no disminuye el nivel de acetona.
Hidratos de carbono: en presencia de vómitos, es recomendable adoptar un menú ligero, dominado por pan, pasta, arroz o patata y dejar al margen grandes cantidades de carnes, lácteos grasos, embutidos, fritos y dulces. Cuando se recobre la normalidad, es favorable introducir lácteos y yogures.
Acetona y diabetes infantil
A medida que vuestros niños crecen, también aumenta su capacidad para soportar las horas de ayuno, por lo que la acetona o cetosis puede dejar de ser un problema, ya que las carencias temporales de azúcar se toleran mejor.
En algunas ocasiones particulares, los síntomas pueden ir más allá y ser señales de algunas patologías que no hay que dejar al margen. Una de estas es la diabetes infantil, una de las enfermedades crónicas infantiles más frecuentes. Ocurre porque el páncreas no fabrica suficiente cantidad de insulina. En nuestra web podéis encontrar todo acerca de los síntomas de la diabetes infantil, esperamos que os sea útil.
Como ya sabéis, la salud de vuestros hijos es muy importante, por lo que no tenéis que descartar una visita al pediatra de confianza si los síntomas prevalecen: la mejor manera de resolver vuestras dudas es solicitar el apoyo de profesionales.
1 comentario
Gabi
Este articulo deberíais retirarlo, informaros mejor y volver a sacarlo corregido. Y lo digo yo que sufrí años esa enfermedad de crío y no cuadra nada de lo que contáis ni las soluciones que planteáis.