Muchas veces nos preguntamos como padres si el sobrepeso y la obesidad infantil pueden tener alguna incidencia en el desarrollo físico de nuestros peques. José Sánchez, nutricionista de Instituto Nacional de Salud (INS), indica que efectivamente “los niños obesos tienden a convertirse en adultos obesos, lo cual genera también baja autoestima, desórdenes depresivos y aterosclerosis”.
Además de los problemas psicológicos mencionados, los peques con sobrepeso presentan un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares crónicas durante la edad adulta. Diabetes, hipertensión y dolencias cardiovasculares son algunas de estas posibles afecciones.
Para prevenir estas posibles futuras dolencias es recomendable seguir una balanceada dieta infantil y actuar como modelos a seguir. El especialista aconseja limitar el consumo exagerado de alimentos y vigilar la alimentación infantil.
También resulta importante introducir cambios en los hábitos de nuestros hijos:
- Comer en la mesa y no frente al televisor.
- Masticar adecuadamente, de manera lenta, sin engullir los alimentos rápidamente.
- Evitar la utilización de las golosinas como premios, para que los niños no las asocien con actitudes positivas.
- Comer despacio.
- Tomar agua en lugar de refrescos.
Una alimentación infantil equilibrada es esencial para el correcto desarrollo físico y psicológico de nuestros peques.