Quimioterapia y alimentación infantil

El día 15 de febrero se celebra el Día Mundial contra el cáncer infantil, y desde Pequerecetas queremos brindar apoyo a esos padres que están luchando contra esa terrible enfermedad, aportándoles una serie de consejos que les ayudarán a sobrellevar el día a día de la alimentación en los niños que se encuentran en tratamiento contra el cáncer.

Naturalmente quien prestará los mejores consejos en todo lo relacionado con la enfermedad siempre será su médico, estos consejos tan solo pretenden apoya y reforzar determinados aspectos sobre la alimentación de nuestro hijo y también sobre nuestra actitud hacia ella. Si habitualmente a los padres la alimentación infantil nos preocupa, en estos casos se convierte en una necesidad saber que tu hijo se alimenta de forma correcta para afrontar el tratamiento de la enfermedad, pero es importante saber que en estos casos hay que tener más paciencia y cariño que nunca en el momento de las comidas.

La nutrición es una parte importante de la salud para todos los niños, especialmente aquellos que requieren de los nutrientes necesarios para sobrellevar mejor el tratamiento contra el cáncer. El objetivo de la intervención nutricional consiste en prevenir los efectos adversos de la malnutrición, aumentar la tolerancia al tratamiento, promover el crecimiento y mejorar la calidad de vida durante el curso de la enfermedad. Consumir el tipo correcto de alimentos antes, durante y después del tratamiento puede ayudar a un niño a sentirse mejor y a mantenerse más fuerte.

Problemas comunes en la alimentación durante el tratamiento

Cambios en el gusto y olfato

El cáncer y su tratamiento pueden cambiar el sentido del gusto y el olfato de su hijo. Estos cambios pueden hacer que los alimentos tengan un sabor amargo o metálico, afectando el apetito de su hijo. A continuación, algunos consejos prácticos que pueden ayudar a que su hijo coma:

• Sirva las comidas frías o a temperatura ambiente. Esto puede disminuir el sabor y el olor de la comida, lo que la hace más fácil de tolerar.
• Para reducir los olores:
  • Escoja alimentos que no requieran ser cocinados.
  • No cocine alimentos con fuertes olores alrededor de su hijo.
  • Evite comer en lugares sofocantes o con poca ventilación.
• Procure el uso de utensilios de plástico, así como vasos y platos de vidrio si su hijo indica que los alimentos tienen un sabor metálico mientras come.
• Ofrezca verduras frescas.
• Procure marinar las carnes para hacerlas más tiernas.
• Si las carnes rojas le saben raras al niño, pruebe con otros alimentos ricos en proteínas como pollo, pescado, huevos o queso.
• Licúe frutas frescas o congeladas en batidos, helados o yogur.
• Mantenga limpia la boca de su hijo mediante el cepillado y enjuagado habitual, lo cual puede ayudar a que los alimentos sepan mejor.

Falta de apetito

El cáncer y sus tratamientos a menudo ocasionan cambios en los hábitos alimentarios de su hijo y sus deseos de comer. No comer puede resultar en pérdida de peso que a su vez puede causar debilidad y fatiga. Ayudar a su hijo a comer tan bien como pueda es una parte importante en el apoyo que se le debe brindar durante el tratamiento:

• Procure que la hora de la comida sea una experiencia placentera, y halague a su hijo cuando tenga buen apetito. Además, puede ser útil poner platos atractivos o divertidos, poner la música favorita de su hijo o cualquier otra cosa que haga del momento de la comida algo agradable.
• Anímelo mientras come. Evitad las discusiones, la insistencia o los castigos por no comer. No le forcéis si observáis que ya no puede más, puede vomitar y ambos os sentiréis peor.
• Ofrecerle pequeñas cantidades de alimentos varias veces al día aunque no tenga hambre, pero no le forcéis. Es aconsejable que haga cinco comidas aunque disminuya la cantidad en algunas de ellas.
• Tened siempre preparados alimentos (p.ej. frutos secos) listos para consumir en cualquier momento. Dejad que vuestro hijo coma siempre que tenga hambre.
• Trate de que el niño coma más para recuperar el peso perdido en los días que no reciba quimioterapia.
• Mantenga limpia la boca de su hijo habitualmente con enjuagues y cepillados. Además, mantenga su boca húmeda (no deje que se reseque).

Náuseas y vómitos

Un niño puede experimente náuseas con o sin vómitos. Si esto ocurre debido a la quimioterapia, la náusea puede suceder en el día de la sesión del tratamiento y dichos síntomas podrían durar hasta algunos días, dependiendo de los medicamentos específicos administrados al niño. Si su hijo tiene náuseas y vómitos, a continuación sugerimos algunas cosas que usted puede hacer:

• Tratar de que el niño ingiera alimentos 3 a 4 horas antes o después del tratamiento.
• Ofrézcale alimentos fríos en lugar de calientes o picantes. Evite ofrecerle alimentos extremadamente dulces, fritos o picantes.
• Los alimentos sólidos pueden ser mejor tolerados.
• No mezclar alimentos a diferentes temperaturas durante la misma comida.
• Comer lentamente y en pequeños bocados.
• Si el niño está vomitando, anímelo a que beba suficiente líquido para que no se deshidrate.
• No ofrecerle sus alimentos favoritos durante náuseas o vómitos ya que puede comenzar a rechazarlos.
• Cuando hayan parado los vómitos, anime a su hijo a comer alimentos fáciles de digerir.
• Para los días en los que se recibirá tratamiento, procure ofrecer alimentos simples, suaves y fáciles de digerir.
• Evite comer en una habitación que esté calurosa, o en la que haya olores de cocina u otros.
• Ayude a su hijo a enjugarse la boca antes y después de comer.
• Si tienen mal sabor de boca, los niños de mayor de edad pueden chupar caramelos de menta o limón.
• Tras vomitar, asegúrese de que el niño enjuague su boca y que espere media hora antes de tratar de sorber líquidos o hielos de sabor.

Estreñimiento

Ciertos medicamentos así como la reducción de la actividad física pueden causar estreñimiento. Entre los alimentos ricos en fibra se encuentran los panes y cereales integrales, frutas y vegetales crudos, frutos secos, y nueces. Tomar suficientes líquidos durante el día, comer en un horario programado y aumentar la actividad física también puede ayudar a aliviar el estreñimiento. Se puede usar laxantes bajo la autorización del médico primero. Hable con su médico o enfermera sobre cuánto tiempo puede transcurrir sin que haya una evacuación antes de que sea necesario tomar medidas para el estreñimiento.

Diarrea

Los efectos de los tratamientos y medicamentos contra el cáncer pueden causar diarrea. La diarrea descontrolada puede causar pérdida de peso, pérdida de líquidos (deshidratación), pérdida del apetito y debilidad. Si su hijo presenta diarrea, pruebe las siguientes sugerencias:

• Evite alimentos altos en grasa, tales como los fritos.
• Evite los alimentos que producen gases, las bebidas carbonatadas y los chicles.
• Limite la leche y los productos lácteos a un máximo de dos tazas diarias. El yogur y el suero de la leche sí están permitidos.
• Asegúrese que su hijo toma suficientes líquidos durante el día para prevenir la deshidratación.
• Aumente su consumo de alimentos con fibra soluble como compota de manzana, plátanos, peras, avena y arroz blanco.
• No ofrezca chicles ni dulces hechos con sustitutos del azúcar (como sorbitol, manitol o xilitol, pues éstos pueden empeorar la diarrea).
• Llame al médico si la diarrea persiste o aumenta, o si las heces fecales de su hijo son de color u olor inusual. Una vez haya parado la diarrea, hable con el equipo de atención médica sobre cómo introducir paulatinamente los alimentos con contenido de fibra a la dieta de su hijo.

Irritación de la boca, dolor de garganta o llagas bucales

Algunos tratamientos contra el cáncer pueden causar irritación y/o llagas en la boca, así como dolor de garganta. Si su hijo presenta estos problemas, ingerir alimentos suaves de consistencia blanda tibios o fríos puede aliviar estos problemas. Si su hijo es lo suficientemente mayor, ayúdelo a enjuagarse la boca habitualmente con una solución salina preparada con una cucharadita de bicarbonato de sodio y una cucharadita de sal en un litro de agua, sin dejar que el niño trague el enjuague. También pruebe las siguientes sugerencias:

• Trate de servirle leche, helado o batidos que sean altos en calorías y proteínas cuando su hijo no pueda comer suficientes alimentos comunes.
• Su hijo puede tragar alimentos suaves y cremosos, ofrézcaselos: sopas cremosas, quesos, puré de patatas, macarrones con queso, yogur, huevos, natillas o flanes….
• Sírvale bebidas a su hijo con un sorbete o pajita para evitar el contacto con las llagas bucales.
• Evite las bebidas y comidas ácidas y saladas, tales como zumos de frutas cítricas, alimentos en escabeche, alimentos con tomate y algunos caldos.
• Evite alimentos de textura áspera o dura, tales como pan tostado seco, patatas fritas, nueces, así como frutas y vegetales crudos.
• Haga puré los alimentos para hacerlos más fáciles de tragar.

Cómo evitar enfermedades por contaminación y manipulación de los alimentos

• Lávese las manos con agua tibia y jabón durante 20 segundos antes y después de preparar los alimentos y antes de comer.
• Procure que su hijo se lave las manos antes de comer.
• Descongele la carne, pescado o aves en el frigorífico o microondas. Evite la descongelación dejando los productos a temperatura ambiente, y use los alimentos descongelados inmediatamente; no los vuelva a congelar.
• Lave bien las frutas y verduras bajo agua potable saliendo del grifo antes de pelar o cortar. Enjuague las hojas o verduras verdes una a una bajo agua saliendo del grifo.
• Lave las latas de alimentos con agua y jabón antes de abrirlas.
• Use diferentes utensilios para remover y probar los alimentos mientras los cocina. No pruebe los alimentos (ni deje que otras personas lo hagan) con algún utensilio que se coloque de nuevo en la comida.
• Elimine los huevos con cáscaras agrietadas.

Evite la contaminación entre alimentos y superficies

• Use un cuchillo limpio (e independiente) al cortar alimentos distintos.
• En el frigorífico, almacene las carnes crudas por separado de los alimentos listos para comer.
• Mantenga los alimentos separados sobre la superficie de la mesa de preparación. Use una tabla de corte exclusiva para las carnes crudas y lave en el lavavajillas tras cada uso.

De compras al supermercado

• Revise las fechas de caducidad y seleccione únicamente los productos más frescos.
• No adquiera latas dañadas, infladas o profundamente abolladas. Verifique que los alimentos empaquetados y en caja estén sellados completamente.
• Escoja frutas y verduras que no presenten manchas.
• No deje que su hijo coma muestras de alimentos que se ofrezcan.
• Cuando vaya al supermercado, procure comprar los alimentos congelados y refrigerados al final, especialmente durante los meses de verano.

No se olvide de la actividad física

La actividad física ofrece muchos beneficios para la salud: ayuda a mantener la masa muscular, la fuerza, la energía y la resistencia de los huesos. En los adultos, puede ayudar para mejorar el apetito y reducir depresión, cansancio, náuseas y estreñimiento incluso durante el tratamiento contra el cáncer. Hable con el médico de su hijo sobre las actividades que puede hacer con seguridad. Es importante dejar que su hijo haga lo que pueda hacer cuando se sienta capaz de hacerlo. No lo presione y anímelo a descansar cuando lo requiera.

Y recordad que en el hospital hay profesionales especializados en nutrición que podrán valorar la situación nutricional del niño y escoger una dieta equilibrada.

Sobre todo, como os decíamos al principio, es muy importante que en esta etapa difícil para todos, os llenéis de energía y paciencia, para dar a vuestro hijo todo el cariño y apoyo que necesita para superar con éxito su enfermedad.

Fuente: American Cancer Society, AEEC junior