El aceite de ajo es una de esas cosas que, una vez las pruebas, no puedes dejar de usar. Su aroma y sabor intenso hacen que cualquier plato pase de “está rico” a “¡qué delicia!”. Es perfecto para aliñar ensaladas, cocinar verduras, marinar carnes o incluso para darle un extra de sabor a una pizza o una tostada.
Sin embargo, al preparar aceite de ajo casero, hay que hacerlo bien para evitar riesgos. Seguro que has visto recetas donde simplemente meten ajos crudos en una botella con aceite y lo dejan reposar por semanas… ¡error! Hacerlo así puede ser peligroso por una bacteria llamada Clostridium botulinum, que en condiciones de poca oxigenación (como el aceite) puede generar una toxina dañina. Pero tranquilo, aquí te voy a enseñar cómo hacer aceite de ajo de forma segura, con dos métodos fáciles y sin riesgos.
¿Listo para darle a tus platos un toque especial? ¡Vamos con la receta!
¿Es seguro hacer aceite de ajo casero?
Sí, siempre que lo hagas correctamente. El problema está en dejar ajos crudos en aceite a temperatura ambiente durante mucho tiempo. Esto puede favorecer la proliferación de bacterias que causan botulismo, una intoxicación alimentaria grave.
Para evitarlo, hay dos maneras seguras de hacer aceite de ajo en casa:
- Infusionando el ajo con calor (método rápido y seguro).
- Infusionándolo en frío, pero siempre guardándolo en la nevera y consumiéndolo en pocos días.
Ambos métodos permiten disfrutar de un aceite de ajo delicioso sin riesgos. Ahora sí, vamos con las recetas.
Receta de aceite de ajo casero (método rápido y seguro)
Este es el mejor método si quieres un aceite con máximo sabor y 100% seguro. Al calentar los ajos, eliminamos cualquier riesgo de bacterias y además conseguimos que el aceite se impregne de su aroma rápidamente.
Ingredientes:
- 250 ml de aceite de oliva virgen extra
- 6-8 dientes de ajo
- (Opcional) 1 ramita de romero, 1 guindilla seca o granos de pimienta
Paso a paso:
- Pela los ajos y córtalos en láminas finas o machácalos ligeramente con un cuchillo. Esto ayuda a que suelten más sabor.
- Calienta el aceite a fuego muy bajo en una sartén o cazo pequeño y añade los ajos. Cocina durante 10-15 minutos, removiendo de vez en cuando. El ajo no debe dorarse demasiado (si se quema, el aceite tendrá un sabor amargo).

- Añade las especias opcionales si quieres darle un extra de aroma.
- Retira del fuego y deja enfriar completamente.
- Cuela el aceite para retirar los trozos de ajo y pásalo a un frasco de vidrio limpio.
- Guárdalo en la nevera y úsalo en un máximo de 7 días.
💡 Consejo: Si hiciste más cantidad de la que vas a usar, puedes congelarlo en porciones pequeñas y sacarlo cuando lo necesites.
Receta de aceite de ajo en frío (con conservación segura en la nevera)

Si prefieres infusionar el aceite sin calentar, se puede hacer, pero con una condición: debe guardarse en la nevera y consumirse en menos de una semana.
Ingredientes:
- 250 ml de aceite de oliva virgen extra
- 6 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel (opcional)
- 1 cucharadita de granos de pimienta (opcional)
Paso a paso:
- Pela y machaca ligeramente los ajos con el lado del cuchillo. Déjalos secar al aire durante 24 horas para reducir la humedad.
- Mete los ajos en un frasco limpio junto con la pimienta y el laurel si decides usarlos.
- Llena con aceite de oliva y tapa bien.
- Guarda en la nevera durante 2-3 días para que el sabor se potencie.
- Antes de usar, agita el frasco y cuela el aceite si no quieres encontrarte trozos de ajo.
⚠️ IMPORTANTE: Este aceite debe mantenerse siempre en la nevera y consumirse en un máximo de 7 días.
¿Cómo usar el aceite de ajo en la cocina?

Este aceite es un comodín total en la cocina. Aquí te dejo algunas ideas para sacarle partido:
- Para aliñar ensaladas: Un chorrito y listo, no necesitas más.
- En sofritos y salteados: Le da un extra de sabor a cualquier verdura, arroz o pasta.
- Para marinar carnes y pescados: Pruébalo con pollo o gambas… ¡espectacular!
- Sobre pan o tostadas: Con tomate rallado y un poco de sal, no necesitas más para ser feliz.
- En pizzas y bruschettas: Unas gotitas antes de servir y tendrás un toque gourmet.
Beneficios del aceite de ajo
Además de ser delicioso, el ajo tiene un montón de propiedades buenas para la salud. Aquí van algunas razones por las que deberías incorporarlo en tu dieta:
✅ Es antibacteriano y antifúngico → El ajo es como un pequeño guerrero contra bacterias y hongos.
✅ Ayuda a la digestión → Si tienes digestiones pesadas, el ajo puede echarte una mano.
✅ Es antioxidante → Tiene compuestos que ayudan a reducir el daño celular.
✅ Bueno para el corazón → Se dice que puede ayudar a regular el colesterol y mejorar la circulación.
Eso sí, recuerda que aunque el ajo tiene muchos beneficios, el aceite de ajo casero debe consumirse con moderación y siempre bien conservado.
Consejos para que tu aceite de ajo quede perfecto y seguro
- Nunca dejes los ajos crudos en aceite a temperatura ambiente. Siempre cocínalos o guárdalos en la nevera.
- Si haces el método en frío, guárdalo en la nevera y úsalo en máximo 7 días.
- Usa un buen aceite. Uno de oliva virgen extra hará toda la diferencia en sabor y calidad.
- Experimenta con especias. Prueba con laurel, orégano o incluso un toque de tomillo.
- Si quieres conservarlo por más tiempo, congélalo. Es la mejor forma de evitar que se ponga malo.
El aceite de ajo casero es una forma fácil y deliciosa de darle más sabor a tus comidas. Ahora ya sabes cómo hacerlo de manera segura, sin riesgos y con un resultado espectacular.
Si quieres un aceite rápido y seguro, usa el método caliente. Si prefieres infusionarlo sin calentar, hazlo en frío, pero guárdalo en la nevera y úsalo en 7 días.
¿Te animas a probarlo? ¿Cómo lo usarías en tu cocina? Cuéntamelo en los comentarios y comparte esta receta con quien creas que necesita este truco. ¡Nos vemos en la cocina!
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