Los níscalos, también conocidos como rovellones, son unas de las setas más apreciadas en la cocina, especialmente en otoño. Su textura y su sabor los convierten en el ingrediente estrella de muchas recetas tradicionales. Desde un guiso de níscalos con patatas hasta un arroz meloso con níscalos, pasando por un delicioso revuelto de níscalos con ajos tiernos o unos sencillos níscalos a la plancha con ajo y perejil, este ingrediente es sinónimo de versatilidad en la cocina. Pero, dado que su temporada es limitada, es importante saber cómo conservar níscalos para poder disfrutar de ellos todo el año.
Hoy te explicamos cómo conservar níscalos de manera óptima, ya sea congelándolos, deshidratándolos, preparándolos en aceite o escabeche, o incluso en salmuera. Además, al final encontrarás consejos sobre sus beneficios nutricionales y cómo aprovecharlos al máximo en tus recetas favoritas. ¡Vamos a ello!
1. Conservar níscalos congelándolos
La congelación es una de las formas más sencillas y eficaces de conservar níscalos durante meses.
Pasos a seguir:
- Limpieza: Limpia los níscalos con un paño húmedo o un cepillo suave para eliminar la tierra y las impurezas. Evita sumergirlos en agua para que no absorban humedad en exceso.
- Cocción previa: Aunque es posible congelarlos crudos, se recomienda cocinarlos ligeramente antes de congelar para mantener mejor su textura y sabor.
- Salteado: Corta los níscalos en trozos y saltéalos en una sartén con una cucharada de aceite de oliva durante unos 5 minutos. Deja que se enfríen a temperatura ambiente.
- Envasado: Una vez fríos, colócalos en bolsas de congelación o recipientes herméticos, eliminando la mayor cantidad de aire posible para evitar quemaduras por congelación.
- Almacenamiento: Guarda las bolsas o recipientes en el congelador. Los níscalos pueden conservarse en buen estado hasta 6 meses.
2. Conservar níscalos deshidratándolos
La deshidratación es una técnica tradicional que permite conservar los níscalos durante largos periodos, manteniendo su sabor concentrado.
Pasos a seguir:
- Limpieza: Limpia los níscalos con un paño seco o un cepillo suave para eliminar la suciedad.
- Corte: Corta los níscalos en láminas finas para facilitar el secado uniforme.
- Secado:
- Al aire libre: Coloca las láminas en una bandeja o rejilla en un lugar seco, ventilado y sin exposición directa al sol. Cúbrelas con una tela fina para protegerlas del polvo e insectos. El proceso puede tardar varios días.
- En horno: Precalienta el horno a una temperatura baja (alrededor de 50-60 °C). Coloca las láminas en una bandeja y déjalas en el horno con la puerta entreabierta para permitir la salida de la humedad. Revisa cada 2 horas hasta que estén completamente secas.
- Almacenamiento: Una vez deshidratados, guarda los níscalos en frascos de vidrio herméticos en un lugar fresco y oscuro.
Para utilizarlos, rehidrátalos sumergiéndolos en agua tibia durante 20-30 minutos antes de incorporarlos a tus recetas.
3. Conservar níscalos en aceite
Níscalos en aceite es un método que no solo conserva las setas, sino que también potencia su sabor, convirtiéndolos en un acompañamiento perfecto para ensaladas, tostadas o guarniciones. Este método es muy utilizado en la cocina mediterránea.
Pasos a seguir:
- Limpieza y preparación:
- Limpia los níscalos con un paño húmedo o cepillo suave.
- Corta los níscalos en trozos medianos, especialmente si son muy grandes.
- Cocción previa:
- Hierve los níscalos en agua con una pizca de sal durante 5-10 minutos. Esto elimina posibles microorganismos.
- Escúrrelos y deja que se sequen sobre un paño limpio.
- Envasado en aceite:
- Coloca los níscalos en un tarro de cristal esterilizado.
- Añade dientes de ajo, laurel, romero o tomillo para aromatizar (opcional).
- Cubre los níscalos completamente con aceite de oliva virgen extra.
- Cierra bien el tarro y guarda en un lugar fresco y oscuro.
Duración:
- Los níscalos en aceite pueden conservarse hasta 3 meses en la nevera. Asegúrate de que estén siempre cubiertos de aceite para evitar el contacto con el aire.
Nota:
- Este método no debe considerarse una conserva al vacío si no se han realizado procesos específicos de esterilización en tarros, como el baño maría. Para almacenamiento prolongado, siempre esteriliza los frascos.
4. Níscalos en escabeche
El escabeche es un método clásico que combina vinagre y especias para prolongar la vida útil de alimentos. Este método es ideal si buscas una opción con sabores intensos.
Ingredientes:
- 500 g de níscalos frescos
- 250 ml de vinagre de vino blanco
- 250 ml de agua
- 2 hojas de laurel
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita de granos de pimienta
- Sal al gusto
- 100 ml de aceite de oliva
Pasos a seguir:
- Preparación de los níscalos:
- Limpia los níscalos con un paño húmedo y córtalos en trozos pequeños.
- Hiérvelos en agua con sal durante 5 minutos para ablandarlos. Escúrrelos y déjalos secar.
- Preparación del escabeche:
- En una cazuela, mezcla el vinagre, agua, aceite de oliva, ajo, laurel y granos de pimienta. Añade una pizca de sal.
- Cocina a fuego bajo durante 5 minutos para infusionar los sabores.
- Envasado:
- Coloca los níscalos en tarros de cristal esterilizados y vierte la mezcla del escabeche caliente hasta cubrirlos por completo.
- Cierra bien los tarros y déjalos enfriar.
Duración:
- Si el envasado se realiza correctamente y los tarros son esterilizados, los níscalos en escabeche pueden conservarse en un lugar fresco y oscuro durante 6 meses.
5. Níscalos en salmuera
La salmuera es un método sencillo y muy eficaz para conservar níscalos, ya que la alta concentración de sal actúa como conservante natural.
Ingredientes:
- 1 litro de agua
- 100 g de sal gruesa
- Níscalos frescos
Pasos a seguir:
- Preparación:
- Limpia los níscalos con un paño húmedo para retirar la tierra.
- Hiérvelos en agua durante 3-5 minutos. Escúrrelos y deja que se enfríen.
- Preparación de la salmuera:
- Mezcla el agua con la sal gruesa hasta que se disuelva por completo.
- Envasado:
- Coloca los níscalos en un tarro esterilizado.
- Vierte la salmuera sobre los níscalos hasta cubrirlos completamente.
- Cierra bien el tarro y guárdalo en un lugar fresco y oscuro.
Uso:
- Antes de consumirlos, es necesario desalar los níscalos sumergiéndolos en agua limpia durante unas horas.
Duración:
- Conservados en salmuera, los níscalos pueden durar entre 6 meses y un año si se almacenan correctamente.
Beneficios nutricionales de los níscalos
Los níscalos no solo son deliciosos, sino que también aportan beneficios nutricionales significativos:
- Bajos en calorías: Ideales para dietas hipocalóricas, ya que contienen solo 22 kcal por cada 100 g.
- Ricos en fibra: Promueven la salud digestiva y contribuyen a la sensación de saciedad.
- Buena fuente de vitaminas y minerales: Contienen vitamina D, esencial para la salud ósea, y minerales como potasio, fósforo y hierro.
- Propiedades antioxidantes: Gracias a su contenido en compuestos fenólicos, ayudan a combatir el estrés oxidativo.
Conservar níscalos de forma adecuada te permitirá disfrutar de su sabor único durante todo el año. Métodos como la congelación, deshidratación, escabeche, aceite o salmuera ofrecen opciones versátiles adaptadas a diferentes preferencias y necesidades. Cada técnica tiene sus ventajas, pero todas tienen en común la capacidad de mantener las propiedades y el sabor de esta seta tan especial.