Hoy te vamos a explicar cómo hacer la masa de albóndigas caseras, es decir, la receta básica de la que parten luego todas las recetas con albóndigas, para luego preparar unas deliciosas albóndigas en salsa que triunfarán en vuestra mesa y vuestro menú familiar.
Las albóndigas son una de las comidas más versátiles y deliciosas que existen, y pueden ser servidas de muchas maneras diferentes. Ya sean albóndigas con tomate, en un plato de espaguetis con albóndigas, o incluso en un bocadillo, como el famosos sandwich sub, las albóndigas son siempre un éxito. Pero, ¿cómo hacer que sean jugosas y tiernas?
Esta receta de albóndigas caseras da como resultado una carne muy jugosa y sabrosa. Podéis utilizar la carne picada que más os guste, pero os recomiendo que pidáis en vuestra carnicería que os pongan un trozo de ternera y otro de cerdo y que os la piquen en ese momento. Le vamos añadir un poco de miga de pan mojada en leche y huevo, además de un aliño de sal, ajo, perejil y pimienta, quedarán muy ricas.
Una vez fritas os daremos algunas recetas de salsas para acompañar a las albóndigas, y ya solo quedaría que vosotros elijáis vuestra favorita.
Receta de masa de albóndigas caseras
Ingredientes
- 700 g de carne picada, mitad cerdo y mitad ternera
- 1 trozo de miga de pan
- 1 diente de ajo
- Leche
- 1 huevo
- Perejil fresco
- Sal
- Pimienta negra
- Harina
- Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer masa de albóndigas caseras jugosas y tiernas
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Preparamos el majado de ajo y perejil
- Ponemos en el mortero una cucharadita de sal, el ajo, un puñado de hojas de perejil y un poco de pimienta y lo majamos todo.
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Mezclamos los ingredientes
- Ponemos la carne en un recipiente, incorporamos este majado, el pan que mojamos en leche y el huevo y lo mezclamos todo, amasando con las manos.
- No es necesario amasar demasiado porque si lo hacemos la carne quedará más seca. Es suficiente con mezclar hasta que se combinen los ingredientes.
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Formamos las albóndigas
- Formamos bolitas. Si queréis que todas os salgan del mismo tamaño, podéis utilizar una cuchara de helado.
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Freímos
- Una vez formadas, las pasamos por harina y freímos en aceite de oliva virgen o virgen extra hasta que estén doradas.
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- Sacamos y ponemos sobre papel de cocina para absorber el exceso de aceite.
- Reservamos y preparamos la salsa que hayamos elegido
5 salsas para albóndigas caseras
Albóndigas en salsa española
Para la salsa española: 150 g cebolla; 2 dientes ajo; 30 de aceite; 1 cucharadita de harina; 65 g de tomate frito; 100 g de vino blanco; 400 g agua; 1 cucharadita de concentrado de carne Bovril; nuez moscada
Preparación: Picamos la cebolla y la freímos a fuego medio-bajo. Dejamos unos minutos hasta que esté ligeramente dorada. Añadimos la harina y freímos unos minutos para que pierda el sabor a harina cruda. Añadimos la cucharadita de concentrado de carne Bovril y los 100 g de vino blanco. Añadimos agua, entre 300 y 400 g dependiendo de si queremos que quede más o menos espesa. Añadimos sal hasta que esté a nuestro gusto e incorporamos las albóndigas. Dejamos cocinar unos minutos apra que se integren todos los sabores. Servimos acompañadas de patatas fritas, arroz blanco o puré de patatas.
Albóndigas con tomate
Otra receta clásica son las albóndigas con tomate, una receta clásica que no falla, sobre todo con los niños.
Para la salsa de tomate: Un puñado de almendras; 1 tomate; 1 rodaja de pan; 1 vasito de vino blanco; 500 ml de tomate frito; Media cucharadita de canela; Aceite de oliva virgen extra
Aquí te explicamos el paso a paso para hacer esta receta:
Albóndigas a la jardinera
Las albóndigas a la jardinera van acompañadas de muchas verduras y patatas, se trata de un guiso de albóndigas delicioso que te recomendamos probar.
Para la salsa jardinera: 300 g de patatas; 1 cebolla; 1 diente de ajo; 70 g de zanahoria; 70 g de guisantes; 1 cucharada de tomate frito; Unas hojas de perejil; 100 ml de vino blanco; 1 vaso de caldo de carne o de pollo; Sal; Pimienta
Preparación: Una vez tengamos las albóndigas fritas preparamos la salsa jardinera, para ello cubrimos la base de una olla grande con aceite de oliva y ponemos al fuego, añadimos unos granos de pimienta y 1 diente de ajo picado. Picamos la cebolla bien fina y sofreímos cuando el ajo empiece a dorarse. Sazonamos y dejamos que se vaya haciendo a fuego bajo.
Cortamos la zanahoria en trocitos pequeños, y añadimos a la olla, cocinando durante un par de minutos. Pelamos y chascamos las patatas en dados, para conseguir de esta forma que suelte el almidón y espese la salsa. Las incorporamos a la olla, y añadimos el tomate frito, mezclando con cuidado.
Añadimos las albóndigas que teníamos reservadas. Subimos el fuego y añadimos el vino blanco, dejamos que evapore el alcohol y luego añadimos el caldo de carne o de pollo hasta que el líquido cubra las albóndigas.
Añadimos el perejil picado y los guisantes y mezclamos bien. Dejamos cocinar a fuego medio con la olla tapada, durante unos 15 minutos o hasta que las patatas estén tiernas al pincharlas con la punta de un cuchillo o tenedor. Rectificamos de sal si es necesario y servimos.
Albóndigas en salsa de almendras
Las albóndigas en salsa de almendras es otra de nuestras recetas favoritas. Pruébala y seguro que tú también opinas lo mismo:
Para la salsa de almendras: 1 taza de almendras crudas peladas; 2 rebanadas de pan; 1 cebolla grande, finamente picada; 2 dientes de ajo, finamente picados; ½ taza de vino blanco seco; 1 taza de caldo de pollo o verduras; 1 cucharadita de pimentón dulce; 1 hoja de laurel; Sal y pimienta negra al gusto; Perejil picado para decorar
Albóndigas en salsa tradicionales
Estas albóndigas en salsa son las más tradicionales, esas que nos hacían nuestras madres y abuelas con una salsa de verduras que sabe a hogar:
Para la salsa de verduras: 6 zanahorias; 2 puerros; 2 tomates; 1 vaso de agua o caldo vegetal; 1 vasito de vino blanco; Aceite de oliva virgen extra
Albóndigas en salsa de pisto
Si te gusta el pisto manchego, estas albóndigas con pisto están pensadas para ti. Quedan suaves y cremosas, con una salsa con la que te chuparás los dedos:
Para la salsa de pisto: 1 pimiento rojo; 1 pimiento verde; 1 calabacín pequeño; 2 zanahorias; ½ cebolla; 1 diente de ajo; 200 g tomate triturado; 200 g tomate frito; 50 g aceite de oliva virgen extra
Consejos para hacer masa de albóndigas perfectas
Aquí te dejamos algunos consejos prácticos para que tus albóndigas caseras sean las mejores:
- Selecciona la carne adecuada: Asegúrate de elegir la carne adecuada para tus albóndigas. La carne picada de ternera es la opción más clásica, pero también puedes mezclarla con carne de cerdo o incluso añadir un poco de carne de pavo. La carne de cerdo es más grasa, lo que ayuda a mantener las albóndigas jugosas.
- No mezcles demasiado la carne: Es importante no mezclar demasiado la carne. Si la mezclas demasiado, las albóndigas pueden quedar secas y duras. Solo mezcla la carne lo suficiente para que los ingredientes se combinen.
- Añade pan y líquido: Para hacer albóndigas jugosas, añade miga de pan o pan rallado y líquido a la mezcla de carne. El pan actúa como un aglutinante y el líquido ayuda a mantener la carne jugosa. Normalmente se añade miga de pan remojada en leche.
- No hagas las albóndigas demasiado grandes: Las albóndigas más grandes tardan más en cocinarse, lo que puede hacer que la carne se reseque. Intenta hacer albóndigas del tamaño de una pelota de golf.
- Cocina las albóndigas en una salsa: Cocinar las albóndigas en una salsa puede ayudar a mantenerlas jugosas. La salsa proporciona humedad y sabor adicional. Asegúrate de cocinarlas a fuego lento y revísalas con frecuencia para evitar que se peguen o se quemen.
- No las cocines demasiado: Cocinar las albóndigas demasiado tiempo puede hacer que se sequen. Cocina las albóndigas hasta que estén doradas por fuera y completamente cocidas por dentro, pero no las cocines en exceso.
- Usa hierbas y especias: Añadir hierbas y especias a la mezcla de carne puede mejorar el sabor de tus albóndigas. Prueba con orégano, tomillo, ajo o perejil para darle un toque extra de sabor.
- Refrigera la mezcla antes de hacer las albóndigas: Si tienes tiempo, refrigera la mezcla de carne antes de hacer las albóndigas. Esto ayudará a que los sabores se mezclen y se fusionen, y también hará que la carne sea más fácil de manejar.
- Prueba diferentes formas de cocinarlas: Las albóndigas se pueden cocinar de muchas maneras diferentes, desde fritas hasta horneadas. Experimenta con diferentes métodos de cocción para encontrar tu favorito.
Siguiendo estos consejos, podrás hacer unas deliciosas albóndigas caseras jugosas y tiernas que dejarán a tus invitados con ganas de más.
Cómo congelar albóndigas
Para congelar albóndigas, sigue estos sencillos pasos:
- Enfriar las albóndigas: Antes de congelarlas, deja que las albóndigas se enfríen a temperatura ambiente durante 10-15 minutos. Si las albóndigas están calientes, pueden formarse cristales de hielo en el interior al congelarse, lo que puede afectar su textura.
- Preparar las albóndigas para congelar: Una vez que las albóndigas estén frías, colócalas en una bandeja para hornear o en un plato, asegurándote de que no se toquen entre sí. Si las albóndigas se tocan, pueden pegarse entre sí y ser más difíciles de separar después de congelarse.
- Congelar las albóndigas: Cubre la bandeja o el plato con papel film y colócalo en el congelador. Deja que las albóndigas se congelen durante 1-2 horas o hasta que estén firmes al tacto.
- Transferir las albóndigas a una bolsa de congelación: Una vez que las albóndigas estén firmes, transfiérelas a una bolsa de congelación. Asegúrate de etiquetar la bolsa con la fecha de congelación y el contenido.
- Congelar las albóndigas en la bolsa: Coloca la bolsa de congelación en el congelador y congela las albóndigas por hasta 3 meses.
- Se pueden congelar tanto albóndigas crudas como cocinadas. Si congelas albóndigas crudas, asegúrate de seguir los pasos adecuados para congelarlas de manera segura, como enfriarlas antes de congelarlas y etiquetarlas correctamente. Por otro lado, si tienes albóndigas ya cocinadas con la salsa y quieres congelarlas, deja que se enfríen a temperatura ambiente, colócalas en un recipiente hermético o en una bolsa de congelación y etiquétalas con la fecha de congelación.
- Recuerda que, al descongelar albóndigas crudas o cocinadas, es importante cocinarlas a una temperatura segura antes de consumirlas. Asegúrate de que estén completamente calientes en el centro antes de servirlas.
Con todos estos consejos para hacer tu masa de albóndigas casera ya solo te queda elegir tu salsa favorita para acompañarlas. Esperamos que te hayan servido de ayuda estos consejos.
1 comentario
Cristina
Las he hecho y están buenísimas!!!!!