¿Habéis probado el Baklava turco alguna vez? Está realmente bueno y es relativamente fácil de preparar.
El baklava es un pastel de origen turco elaborado con una pasta de pistachos o nueces trituradas, distribuida sobre pasta filo y bañado en almíbar.
Se trata de un pastel muy denso, como muchos otros dulces árabes, por lo que hay que consumir raciones pequeñas.
Receta de Baklava casero
Ingredientes
- 1 paquete de pasta filo
- 1 y ½ taza de agua
- mantequilla
- 150 g de azúcar
- 350 g de frutos secos troceados (pistachos, nueces, etc)
- 200 g de miel
- 1 rama de canela
- 1 y ½ cucharada de clavo entero
Cómo hacer baklava turco casero
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- Precalentamos el horno a 180º C.
- Engrasamos un molde para el horno.
- Derretimos un poquito de mantequilla en un cazo que nos servirá para pintar las láminas de pasta filo.
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Montamos las capas de pasta filo
- Colocamos en el molde tres o cuatro láminas de pasta filo y espolvoreamos con los pistachos.
- Cubrimos con otras 3 láminas de pasta filo y pintamos con mantequilla derretida.
- Repetimos la operación pero esta vez poniendo nueces, y así sucesivamente hasta finalizar con un capa de masa filo.
- Cortamos la masa en forma de triángulos pequeños.
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Horneamos
- Insertamos un clavo de olor en la intersección de los triángulos.
- Ponemos el resto de la mantequilla sobre la pasta filo y dejamos cocinar en el horno durante tres cuartos de hora a 180ºC (hasta que la masa esté dorada).
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Preparamos el almíbar para pintar el baklava
- Mientras en otro recipiente, hervimos agua, canela y azúcar, sin dejar de mover y cocinamos a fuego lento unos 10 minutos.
- Incorporamos la miel y dejamos otros dos minutos a fuego lento hasta formar un almíbar.
- Cuando saquemos el baklava del horno regamos con el almíbar, una vez retirada la rama de canela.
- Dejamos enfriar antes de comer.
Cómo acompañar el Baklava turco
Una vez saquemos el baklava del horno regamos bien con el almíbar y espolvoreamos con pistachos picados.
Origen e historia del Baklava turco
Hay dos posibles teorías sobre el origen del baklava turco. Una de ellas sitúa su origen en la antigua Mesopotamia, donde los asirios en el siglo VII a.C. colocaban capas de masa de pan finas sobre nueces trituradas humedeciendo cada capa con miel y horneándolas luego. De ahí llegó a Atenas a través de los mercaderes, y fueron los griegos quienes consiguieron hacer masas tan finas como una hoja, características del baklava. De ahí se extendió su popularidad.
La segunda versión sitúa su origen en la cocina romana, que heredó la cocina bizantina. Se especula que el Güllaç, uno de los postres más antiguos de la cocina turca que se come durante el Ramadán, fue el dulce inspirador del actual baklava. Este postre se preparaba con capas de masa phylo sobre leche caliente endulzada con azúcar que servían con nueces y semillas de granada fresca.