Cargando...
Cuando visitas Bilbao es imprescindible probar los Bollos de Mantequilla, un delicioso dulce, que en realidad es una adaptación de una receta también muy conocida, los bollos suizos.
Pero la particularidad que tienen estos Bollos de Bilbao tradicionales es precisamente su relleno, una dulce crema de mantequilla que al probarla se funde en la boca.
Receta de bollos de mantequilla de Bilbao
Ingredientes
- 550 g de harina de fuerza
- 12 g de levadura fresca (o 4 g de levadura seca)
- 100 g de azúcar
- 3 huevos medianos
- 100 g de mantequilla en pomada a temperatura ambiente
- 5 g de sal
- 125 ml de leche entera
Para los bollos
- 1 yema de huevo
- Azúcar
Para decorar
- 200 g de mantequilla en pomada
- 3 yemas de huevo
- 200 g de azúcar
- 100 ml de agua
Para la crema de mantequilla
Cómo hacer Bollos de Mantequilla de Bilbao
-
Preparación de la masa
- La masa puedes hacerla a mano o con un robot de cocina amasador.
- Desmenuza la levadura en un poco de leche hasta disolver.
- En el robot de cocina mezcla la mantequilla con el azúcar.
- Una vez mezclado, incorpora los huevos y seguido la levadura desleída.
- Incorpora el resto de la leche y la harina y amasa a velocidad baja hasta obtener una masa fina y elástica que se despegue de las paredes y que sea fácil de manejar, aproximadamente unos 10 minutos.
-
Fermentado
- Deja reposar en un bol con un poquito de aceite y cubre con un trapo. Espera a que doble su tamaño, unas 3 o 4 horas a temperatura ambiente.
-
- Una vez haya doblado su tamaño, vuelca la masa sobre la encimera ligeramente enharinada y córtala en 8 partes iguales
-
- Haz una bola cada trozo y dale forma redonda o ligeramente ovalada.
- Coloca los bollos sobre una bandeja que previamente habrás cubierto con papel de horno.
- Cubre los bollos con papel film ligeramente engrasado y deja que fermenten hasta que doblen su volumen, tardarán entre 2 y 4 horas dependiendo de la temperatura ambiente.
-
Horneamos
- Pon a calentar el horno a 180ºC.
- Cuando hayan doblado su volumen, pincélalos con la yema de huevo batida asegurándote de cubrir bien el bollo.
- Decora con azúcar a lo largo del bollo o en el centro.
- Hornea durante 10 a 12 minutos hasta que estén doraditos como en la foto, pero evitando que se queden más tiempo porque se podrían secar.
-
Crema de mantequilla
- Mientras los bollos se enfrían, se prepara la crema de mantequilla.
- Coloca en un cazo a fuego medio el agua y el azúcar y remueve hasta que se disuelva y comience a hervir. Debe quedar un poco espeso, obteniendo un almíbar pero sin que llegue a cambiar de color. Reserva.
- En el bol de un robot de cocina, agrega las yemas de huevo y bátelas mientras incorporas el almíbar en hilo poco a poco. Reserva y deja enfriar. Luego, mételo en el frigorífico.
- Cuando los bollos estén fríos, saca la mezcla de las yemas y el almíbar del frigorífico y agrega la mantequilla en pomada. Bátelo todo junto hasta obtener una crema fina.
- Abre los bollos por la mitad y rellénalos con la crema de mantequilla.
Consejos para hacer Bollos de Mantequilla
- Utiliza ingredientes de calidad, especialmente la mantequilla.
- Asegúrate de que la masa tenga suficiente tiempo de fermentación antes de formar los bollos.
- Si tienes problemas para que la masa suba lo suficiente, puedes precalentar el horno a 50 grados centígrados y luego apagarlo antes de colocar la masa en el interior. De esta manera, el ambiente cálido del horno ayudará a la fermentación.
- Asegúrate de dejar suficiente espacio entre los bollos en la bandeja de horno, ya que crecerán durante la cocción.
Origen de los Bollos de Mantequilla de Bilbao
Los bollos de mantequilla no fueron un invento original, sino una adaptación de otra receta. Aunque el origen de los Bollos de Mantequilla es algo incierto, parece que en el año 1830, los primos suizos Bernardo Pedro Franconi y Francesco Matossi abrieron una pequeña pastelería en Bilbao, la cual combinaron con un café en la parte posterior.
Se especializaron en diferentes pasteles, incluyendo los “suizos” que con el tiempo se rellenaron con crema de mantequilla y pasaron a llamarse “bollos“.
Debido a su gran éxito, en 1871 abrieron un segundo establecimiento en el Arenal y, posteriormente, se expandieron a otras ciudades de España.
Si quieres probar otras recetas tradicionales vascas, no te pierdas el Bacalao a la Bilbaína, la Pantxineta, otro dulce de la repostería vasca, o el pastel vasco o gateâu basque, un dulce que encontrarás en todas las pastelerías.
