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Seguro que a vosotros también las almendras garrapiñadas os transportan a las ferias y romerías, donde siempre hay puestos donde se venden junto con otros dulces como las manzanas de caramelo o las chuches.
Pero unas ricas almendras garrapiñadas son el cierre perfecto del menú de Navidad, acompañadas por otros dulces tradicionales como el turrón, los mantecados, el mazapán, los coquitos, los cortadillos de cidra o el panettone italiano. Y para Reyes claro está, junto al roscón.
Podemos comprar almendras garrapiñadas en el supermercado y estarán ricas, pero os aseguramos que cuando probéis estas almendras garrapiñadas caseras, no las abandonaréis nunca más. Es una receta sencilla pero que requiere un poco de paciencia y seguir los pasos con atención, sin quitarles ojo, para conseguir unas almendras caramelizadas perfectas. Y con la misma receta podéis hacer también otros frutos secos.
Receta de almendras garrapiñadas
Ingredientes (6 raciones)
- 250 g de azúcar
- 200 g de almendras con CON PIEL
- 250 g de agua
Cómo hacer almendras garrapiñadas
Ponemos los ingredientes en una sartén
Vamos a usar una buena sartén, con un fondo grueso, para que el calor se distribuya de manera homogénea. Os recomendamos una sartén de acero inoxidable con revestimiento antiadherente como esta, o una de piedra como esta. Las almendras deben ser con piel, como las que vemos en la foto; si usamos almendras peladas las garrapiñadas no quedarán bien porque no se les pega bien el azúcar.
Ponemos todos los ingredientes juntos en la sartén y ponemos el fuego a potencia media. Vamos a ver que el azúcar comienza a disolverse y luego a tomar color. Lo dejamos así, con el fuego medio, hasta que el caramelo comienza a burbujear y formar una especie de espuma.
Bajamos el fuego y seguimos cocinando
Cuando el caramelo comienza a burbujear bajamos el fuego. Tenemos que lograr que el caramelo mantenga un mínimo de hervor pero que no se queme. Así con el fuego bajo vamos removiendo con una cuchara o espátula de madera, tenemos que dejar que de a poco el agua se vaya evaporando y el caramelo se ponga más denso. Sin dejar de remover, vamos a ver cómo llegamos a un punto en que el caramelo se queda sin líquido y se pone seco, como una arenilla.
Caramelizamos las garrapiñadas
Cuando tenemos el azúcar así, seco, que parece arena, subimos un poco el fuego. No tenemos que subir mucho porque no queremos que el azúcar se funda de nuevo completamente y nos quede un caramelo. Subiremos un poco para lograr que las almendras se vayan caramelizando sin pegarse unas a otras. Seguimos removiendo siempre, de este modo el caramelo se distribuye de manera homogénea sobre las almendras.
Cuando vemos que las garrapiñadas están hechas, es decir que las almendras están cubiertas por esa capa de caramelo algo irregular tan característica, como vemos en la foto de aquí abajo, las retiramos de la sartén y las distribuimos sobre una hoja de papel de hornear. Con la ayuda de una espátula o cuchara las separamos para que no se vaya a quedar ninguna unida, y las dejamos enfriar completamente. Ya tenemos listas nuestras almendras garrapiñadas.
Almendras garrapiñadas con miel
Estas en realidad no son garrapiñadas sino almendras especiadas con miel. Pueden ir muy bien con los dulces pero también como aperitivo, según las especias que uséis.
Ingredientes: 350 g de almendras crudas con piel; 1 cucharada (sopera) de miel; 50 g de azúcar; 1 cucharadita (de postre) de aceite; 1 cucharada de agua; 1/2 cucharadita de canela en polvo; 1/4 cucharadita de jengibre en polvo; 1 cucharadita de sal en escamas (opcional, si las queréis tomar como aperitivo u os gusta el toque salado).
Horneamos las almendras durante 10 minutos a 175°C, con cuidado que no se quemen. En un cuenco grande mezclamos el azúcar con las especias (y la sal si la queremos usar). 2 minutos antes de sacar las almendras del fuego, en la sartén ponemos las miel, el aceite y el agua y llevamos a ebullición. Sacamos las almendras del horno y las pasamos a la sartén, removemos hasta que estén completamente recubiertas por la miel. Echamos las almendras dentro del cuenco con el azúcar y removemos para que la mezcla de azúcar y especias se adhiera bien a todas las almendras. Vertemos las almendras sobre papel de hornear y las separamos, dejamos que se sequen bien.
Consejos para hacer garrapiñadas perfectas
Atención a las quemaduras
Como sabéis el caramelo coge una temperatura alta y las quemaduras no son nada agradables, así que vamos a tener cuidado en todo momento. Es importante usar un utensilio de madera para remover y no uno de metal, para que no se caliente. También pueden ser de silicona con mango de madera, como estos.
Añadir sabores y especias
Si quieres darle un toque especial a tus garrapiñadas puedes añadir azúcar vainillado, esencia de vainilla o canela a los ingredientes. También puedes usar esta receta para garrapiñar otros frutos secos.
Ten paciencia
Hacer almendras garrapiñadas es fácil, pero no hay que tener apuros. Tenemos que seguir los pasos que hemos visto, remover siempre y no quitarles ojo, porque el azúcar se quema en un nada y tendrán gusto amargo si esto pasa. Necesitarás unos 30 minutos de tiempo.
Limpiar la sartén
Cuando hayamos terminado con nuestras almendras tendremos la sartén sucia de caramelo, y limpiarla como hacemos habitualmente no resulta porque el caramelo no se despega. Pero no os preocupéis porque es muy sencillo lavarla, solo tenemos que llenarla de agua y ponerla al fuego, cuando el caramelo se haya disuelto completamente aclaramos y lavamos de la manera habitual.
Cómo conservarlas y por cuánto tiempo.
Las almendras garrapiñadas duran bien un mes en un frasco hermético, preferiblemente de cristal (puedes comprarlo aquí). Pondremos el frasco en un lugar seco y oscuro, como la alacena.
Animaos con esta receta de garrapiñada de almendras porque os dará muchas satisfacciones.
