Galletas en espiral, originales y divertidas

Hoy se nos ocurrió hacer estas galletas de vainilla y chocolate en espiral que nos recuerdan a unas que comíamos de pequeñas y que preparaba mi tía.

Nos encanta hornear galletas caseras y ese olor que queda luego por toda la casa. Para no repetir siempre las mismas recetas, estamos siempre a la búsqueda de nuevas formas y sabores para sorprender a la pequeña de la casa y -admitámoslo- para disfrutar también los mayores de galletas recién horneadas.

El truco está en mezclar dos tipos de masa diferentes, así tendremos una galleta con doble sabor y ¡doblemente divertida!

Para hacer estas galletas de espiral de dos colores vamos a preparar una masa base de galleta y luego agregaremos chocolate a una parte para hacer la versión de galletas de chocolate ¿Queréis ver qué fácil es preparar estas galletas?

Galletas espiral de dos colores

Ingredientes

Para 20-25 galletas

• 250 g de harina todo uso
• 125 g de mantequilla o margarina fría
• 125 g de azúcar
• 1 huevo
• 20 g de cacao amargo en polvo

Cómo hacer galletas de espiral de vainilla y chocolate

• Para empezar mezclamos la harina con el azúcar, echamos dentro la mantequilla fría cortada en cubitos y desmenuzamos con la punta de los dedos (o el robot de cocina si, tenemos) hasta obtener una especie de arenilla gruesa.
• Agregamos el huevo y amasamos hasta obtener una masa homogénea.
• Dividimos la masa en dos, llevamos una de las mitades a la nevera y agregamos el cacao a la otra mitad amasando un poco hasta obtener un color homogéneo.
• Llevamos también  a la nevera por 15 minutos.
• Pasado este tiempo, retiramos del frigorífico y estiramos las masas (cada una por separado) sobre un papel de horno.

• Intentamos hacer dos rectángulos iguales de unos 4 o 5 mm de espesor.
• Mientras más fina sea la masa, más vueltas tendrá la espiral.
• Colocamos una sobre la otra y con la ayuda del papel de horno enrollamos hasta obtener un cilindro de masa.
• Lo envolvemos con el papel de horno y lo llevamos al congelador por 15-20 minutos.
• Retiramos del congelador y con un cuchillo afilado cortamos rodajas de aproximadamente 5 mm de ancho.
• En la foto podemos ver dos opciones: con masa más gruesa y enrollado por el lado largo -menos vuelta de espiral- y masa más fina enrollada por el lado corto -más vueltas de espiral.
• Colocamos en una fuente de horno forrada con papel, cuidando que estén separadas entre sí (crecen un poco).
• Horneamos en horno precalentado a 180° por aprox. 12 minutos hasta que se doren apenas en los bordes.
• Dejamos enfriar en una rejilla ¡ y ya están listas para comer!

Estas originales galletas se pueden conservar perfectamente varios días en un recipiente hermético. ¿Os ha gustado esta forma de combinar dos sabores en una única galleta? Os aseguro que además de vistosas, ¡son deliciosas!.