¿Quién puede resistirse a un plato de mejillones en salsa verde recién hechos? La combinación de mejillones frescos con una salsa verde ligera de ajo, perejil y vino blanco es simplemente irresistible. Además, es una receta perfecta para compartir en una comida familiar o una cena con amigos.
Los mejillones, además de ser económicos y fáciles de conseguir, son una fuente estupenda de proteínas y minerales. ¿Sabías que son ricos en hierro y vitamina B12? Y lo mejor de todo: ¡se cocinan en un abrir y cerrar de ojos! Si eres amante de los sabores marinos, este plato es para ti.
La salsa verde es un clásico de la cocina vasca, aunque ya se ha extendido por toda España. Es famosa por su sabor fresco y ligero, gracias al protagonismo del perejil, que le da ese color y aroma inconfundibles. En el País Vasco, esta salsa se utiliza sobre todo para acompañar pescados, como la merluza en salsa verde, pero se ha adaptado maravillosamente a otros ingredientes, como los mejillones. Y vaya que les sienta bien. Ahora vamos a ver cómo preparar unos mejillones en salsa verde que te harán quedar como un chef sin mucho esfuerzo.
Receta de mejillones en salsa verde
Ingredientes
- 1 kg de mejillones frescos
- 3 dientes de ajo
- 1 guindilla
- 50 ml de aceite de oliva
- 1 cucharada de harina
- 150 ml de vino blanco
- 200 ml de caldo de pescado
- Un manojo de perejil fresco
- Sal al gusto
Cómo hacer mejillones en salsa verde caseros
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Limpia bien los mejillones
- El paso de limpiar los mejillones es importante porque nadie quiere encontrarse con restos de arena o barbas en el plato.
- Raspa las conchas con un cuchillo o un cepillo bajo el agua del grifo y asegúrate de descartar los que estén abiertos o rotos.
- También es importante quitar las barbas con un cuchillo.
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Ábrelos al vapor
- Cocemos los mejillones al vapor en una olla grande con un dedo de agua.
- Cocina a fuego alto hasta que se abran (unos 5 minutos).
- Retíralos del fuego y reserva tanto los mejillones como el líquido que han soltado, colándolo para quitar impurezas.
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Prepara la base de la salsa verde
- En una sartén amplia, calienta el aceite de oliva y sofríe el ajo picado y la guindilla.
- Deja que se pochen a fuego medio hasta que el ajo esté dorado.
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Añade la harina
- Incorpora la harina al sofrito y remueve bien durante un minuto para que pierda el sabor crudo. Este paso es clave para que la salsa espese.
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Añadimos el caldo y el perejil
- Sube un poco el fuego y añade el vino blanco. Deja que reduzca unos minutos antes de incorporar el caldo de pescado y el líquido de los mejillones. Remueve hasta obtener una salsa homogénea.
- Pica un buen puñado de perejil fresco y agrégalo a la salsa. Es el toque final que transforma esta receta en mejillones en salsa verde de verdad.
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Incorporamos los mejillones
- Incorpora los mejillones a la sartén y remueve con cuidado para que se impregnen bien de la salsa.
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Servimos
- Cocina a fuego bajo durante 2-3 minutos más y listo.
- Espolvorea perejil picado fresco por encima.
¿Con qué acompañar los mejillones en salsa verde?
Este plato es un espectáculo por sí solo, pero siempre hay formas de complementarlo:
- Pan para mojar: No te olvides de un buen pan rústico. De hecho, es casi obligatorio para disfrutar al máximo de la salsa.
- Arroz blanco o pasta: Si quieres convertirlo en un plato más contundente, sirve los mejillones sobre una cama de arroz o acompáñalos con pasta corta.
- Un vino blanco fresquito: Como dicen, lo que se usa para cocinar también sirve para acompañar. Un vino blanco seco será el maridaje perfecto.
Consejos para unos mejillones en salsa verde perfectos
Cuando hablamos de recetas tradicionales, los pequeños detalles son los que marcan la diferencia. Aquí te dejo unos consejos para que tus mejillones en salsa verde sean un éxito:
- La calidad de los mejillones es clave: Si puedes, compra mejillones frescos en la pescadería. Los envasados también sirven, pero el sabor no es tan intenso como el de los recién recogidos.
- Cuidado con la sal: Antes de añadir sal a la salsa, prueba primero, ya que el líquido de los mejillones y el caldo de pescado suelen ser salados. Es mejor ir ajustando poco a poco.
- No te pases con la harina: Con una cucharada basta para espesar la salsa. Si te pasas, puede quedar demasiado densa y perder su ligereza.
- Más opciones con la salsa: Si te sobra salsa, no la tires. Puedes usarla al día siguiente para acompañar un pescado al horno o incluso mezclarla con un poco de pasta. ¡No se tira nada!
¿Cuál es el origen de la salsa verde?
La salsa verde tiene sus raíces en la cocina tradicional del País Vasco, una región conocida por su amor por los pescados y mariscos. Esta receta nació como una forma sencilla y deliciosa de realzar el sabor de los ingredientes frescos, aprovechando hierbas locales como el perejil. Con el tiempo, su popularidad creció y se empezó a usar en platos más allá de la merluza, como los mejillones. Y no es para menos, porque combina frescura, ligereza y un sabor irresistible.
Lo curioso es que la salsa verde se ha adaptado a muchas versiones según la zona o el cocinero. Hay quienes le ponen un toque de guindilla para darle un puntito picante, mientras que otros prefieren que sea más suave, ideal para los paladares más delicados. Sea como sea, siempre es una apuesta segura.
Preparar mejillones en salsa verde es una de esas cosas que parece complicada, pero que en realidad es mucho más sencilla de lo que imaginas. Y lo mejor de todo es que siempre te deja con ganas de repetir. ¿Y tú, cómo los acompañarías, con un buen pan para mojar o con un vinito blanco?