La mermelada de membrillo es una receta de nuestras abuelas, que ya conocían las bondades de esta fruta, y la verdad que está deliciosa, así que, no lo dudes, aprovecha que estamos en temporada de membrillos durante el otoño y prepara esta deliciosa mermelada casera.
Esta mermelada es muy versátil y puede ser utilizada en una variedad de formas: como acompañamiento para quesos, como relleno de pasteles, o simplemente untada sobre una tostada para el desayuno.
Preparar tu propia mermelada de membrillo casera es una experiencia muy gratificante y, además, te permite disfrutar de su sabor delicioso durante todo el año y sabiendo que no contiene ni colorantes ni conservantes. ¡Empecemos!
Receta de mermelada de membrillo casera
Ingredientes
- 1 kg de membrillos maduros
- 500 g de azúcar
- Jugo de 1 limón
- 1 rama de canela (opcional)
Cómo hacer mermelada de membrillos
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- Lava bien los membrillos para quitar cualquier suciedad y pelusa que puedan tener.
- Pela los membrillos y retira las partes duras del corazón y las semillas. Luego, córtalos en trozos pequeños.
- Coloca los trozos de membrillo en una olla grande y agrega el jugo de limón. Si deseas, puedes agregar una rama de canela para dar sabor adicional a la mermelada.
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- Cubre los membrillos con agua y lleva la olla a ebullición a fuego medio-alto. Luego, reduce el fuego y cocina a fuego lento durante unos 20-30 minutos, o hasta que los membrillos estén tiernos y se puedan triturar fácilmente con un tenedor.
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- Retira la rama de canela si la has utilizado y, usando un tenedor o una licuadora de mano, tritura los membrillos cocidos hasta obtener una mezcla suave.
- Pesa la mezcla de membrillo triturado y, en función de su peso, agrega la misma cantidad de azúcar. Por ejemplo, si tienes 500 g de membrillo triturado, añade 500 g de azúcar.
- Vuelve a colocar la mezcla en la olla y cocina a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente para evitar que se queme, durante aproximadamente 30-40 minutos, o hasta que la mermelada tome una consistencia espesa y tenga un color dorado brillante.
- Para verificar si la mermelada está lista, puedes hacer la «prueba del plato frío»: coloca un poco de mermelada en un plato frío y deja que se enfríe durante unos segundos. Si al pasar el dedo por la mermelada esta forma una arruga y no se desliza fácilmente, está lista.
- Retira la olla del fuego y deja que la mermelada se enfríe durante unos minutos.
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- Lava y esteriliza frascos de vidrio con tapa hermética. Llena los frascos con la mermelada de membrillo caliente y asegúrate de que estén bien sellados.
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- Deja que los frascos de mermelada se enfríen a temperatura ambiente y luego guárdalos en un lugar fresco y oscuro. La mermelada de membrillo se conservará durante varios meses si los frascos están sellados correctamente.
Consejos para hacer mermelada de membrillo
- Selecciona membrillos maduros: Asegúrate de utilizar membrillos maduros para obtener el mejor sabor. Los membrillos deben estar dorados y suaves al tacto.
- Pela y desinfecta: Pela y desinfecta los membrillos antes de cortarlos. La cáscara del membrillo puede ser rugosa y amarga, por lo que es importante quitarla.
- Retira las semillas: Antes de cocinar los membrillos, retira las semillas y el corazón, ya que pueden contener trazas de cianuro. Corta los membrillos en trozos pequeños y uniformes.
- Controla el azúcar: La cantidad de azúcar que añadas dependerá de tu preferencia personal. Puedes ajustar la cantidad de azúcar según lo dulce que desees la mermelada. Por lo general, se utiliza una cantidad igual de azúcar que de fruta, pero puedes reducirla si prefieres una mermelada menos dulce.
- Añade limón: El jugo de limón ayuda a equilibrar la dulzura y aporta acidez a la mermelada. Además, ayuda a conservar el color del membrillo durante la cocción.
- Cocción a fuego lento: Cocina los membrillos a fuego lento para que se ablanden y se descompongan gradualmente, liberando su sabor y pectina natural. Esto tomará tiempo, pero el resultado será una mermelada de mejor calidad.
- Revuelve constantemente: Durante la cocción, revuelve la mezcla de membrillo con frecuencia para evitar que se pegue al fondo de la olla y se queme.
- Prueba la textura: Para comprobar si la mermelada está lista, coloca una pequeña cantidad en un plato frío. Debería formar una gelatina y no fluir como líquido. Si es necesario, continúa cocinando hasta alcanzar la consistencia deseada.
- Envase estéril: Antes de verter la mermelada en frascos, asegúrate de que los envases estén esterilizados y secos. Esto ayudará a conservar la mermelada durante más tiempo.
- Almacenamiento correcto: Una vez envasada, sella bien la mermelada y almacénala en un lugar fresco y oscuro. Consumida adecuadamente, puede durar varios meses.
- Experimenta con sabores: Si deseas darle un giro a tu mermelada de membrillo, puedes experimentar agregando especias como canela o vainilla, o incluso mezclar con otras frutas como manzanas o peras.
- Etiqueta y Fecha: Etiqueta los frascos con la fecha de preparación para que puedas controlar su frescura.
Preparar mermelada de membrillo casera es un proceso que te permitirá disfrutar de esta sabrosa fruta en cualquier momento. Sigue estos consejos y conseguirás crear una mermelada deliciosa que alegrará tus desayunos y acompañará tus postres de manera excepcional. ¡Disfruta del sabor único y propiedades del membrillo!
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