Cargando...
Pasada la Nochevieja en España, muchas familias se encuentran con un pequeño dilema: ¿qué hacer con las uvas que sobraron tras las tradicionales campanadas? En lugar de dejarlas olvidadas en la nevera, convertirlas en una deliciosa mermelada de uvas es una solución práctica y exquisita. Esta receta con uvas te permitirá aprovechar esos racimos olvidados y transformarlos en una mermelada casera perfecta para desayunos, meriendas o incluso para acompañar quesos y carnes.
Las uvas no solo son deliciosas, sino que están repletas de nutrientes. Son ricas en antioxidantes como el resveratrol, conocido por sus propiedades beneficiosas para el corazón. Además, contienen vitaminas C y K, que fortalecen el sistema inmunológico y ayudan en la coagulación sanguínea. Aunque al preparar la mermelada se pierde algo de vitamina C por la cocción, los antioxidantes permanecen en buena medida, haciendo de esta receta una forma perfecta de aprovechar sus beneficios.
Hacer mermelada de uvas casera es más sencillo de lo que parece. Además, al prepararla en casa, puedes controlar el nivel de azúcar y evitar conservantes artificiales. ¡Vamos a la cocina!
Receta de mermelada de uvas
Ingredientes
- 1 kg de uvas frescas (preferiblemente sin pepitas)
- 400 g de azúcar blanco (ajusta según la dulzura de las uvas)
- El jugo de 1 limón (aproximadamente 30 ml)
- 100 ml de agua (opcional, para facilitar la cocción)
- Si prefieres una versión con menos azúcar, puedes reducirlo a 300 g o sustituirlo parcialmente por miel
- Para una mermelada más aromática, añade una ramita de canela o una pizca de vainilla durante la cocción
Opciones de ingredientes alternativos
Cómo hacer mermelada de uvas casera
-
- Lava bien las uvas bajo el grifo para eliminar cualquier impureza.
- Retira los tallos y revisa que no haya uvas en mal estado.
-
- Si prefieres una textura completamente lisa en tu mermelada, puedes pelar las uvas y quitarles las semillas si las tienen.
- Si no te importa que tengan más textura, puedes usarlas enteras.
-
- En una olla grande, coloca las uvas junto con el azúcar y el jugo de limón.
- Si las uvas son muy carnosas, añade los 100 ml de agua para evitar que se quemen al principio.
-
- Cocina a fuego medio, removiendo de vez en cuando, hasta que las uvas comiencen a soltar su jugo y el azúcar se disuelva. Esto tomará unos 10-15 minutos.
-
- Si prefieres una mermelada fina, utiliza una batidora de mano para triturar la mezcla.
- Si optaste por dejar las semillas, este es el momento de colar la mezcla con un chino o un colador fino para eliminarlas.
-
- Una vez triturada (o colada), sigue cocinando a fuego bajo durante unos 20-30 minutos, removiendo con frecuencia para evitar que se pegue.
- La mezcla debe espesar hasta alcanzar la consistencia deseada.
-
- Para saber si la mermelada está lista, coloca una pequeña cantidad en un plato frío. Si al inclinarlo la mermelada apenas se desliza, ¡está perfecta!
-
- Esteriliza frascos de vidrio sumergiéndolos en agua hirviendo durante 10 minutos.
- Llénalos con la mermelada caliente, ciérralos bien y colócalos boca abajo hasta que se enfríen para crear un vacío que prolongue su conservación.
Consejos para hacer mermelada de uvas casera
1. Ajusta la cantidad de azúcar según tus uvas
El dulzor natural de las uvas puede variar mucho dependiendo de la variedad. Por ejemplo:
- Las uvas moscatel o las uvas negras suelen ser más dulces, por lo que podrías reducir la cantidad de azúcar a 300 g por kilo de uvas.
- Si usas uvas verdes o variedades menos maduras, que son más ácidas, tal vez necesites un poco más de azúcar para equilibrar el sabor.
Si quieres evitar endulzantes artificiales, prueba con azúcar moreno o miel, aunque esto puede alterar ligeramente el color y el sabor final.
2. Controla la textura de la mermelada
La textura es clave en cualquier mermelada, y aquí tienes algunas ideas para personalizarla:
- Si prefieres una mermelada espesa y consistente, cocina la mezcla más tiempo, pero siempre a fuego bajo para evitar que se queme.
- Para una textura más líquida, retira del fuego cuando esté ligeramente más fluida, ya que espesará al enfriarse.
- Si deseas una mermelada con trocitos de fruta, no tritures todas las uvas; deja algunas enteras al principio de la cocción.
3. Aromatiza tu mermelada
Dale un toque especial añadiendo especias o ingredientes que complementen el sabor de las uvas:
- Canela: Una ramita durante la cocción le dará un aroma delicioso.
- Vainilla: Usa una vaina de vainilla o unas gotas de esencia para un toque dulce y sofisticado.
- Cítricos: Ralla un poco de piel de naranja o limón para intensificar los sabores frutales.
- Hierbas frescas: Unas hojas de menta o romero pueden añadir un contraste interesante, ideal para usar esta mermelada en recetas saladas.
- Combina con otras frutas o frutos secos, como la mermelada de uvas, higos y nueces, que combinan de maravilla.
4. Utiliza los utensilios adecuados
Algunos errores comunes se pueden evitar con las herramientas correctas:
- Usa una olla de fondo grueso para evitar que la mermelada se pegue o queme.
- Un termómetro de cocina es ideal para medir la temperatura de la mezcla. La mermelada suele estar lista al alcanzar unos 105 °C.
- Un colador fino o chino será útil si quieres eliminar pieles o semillas.
5. Asegura una buena conservación
Si planeas guardar tu mermelada por más tiempo, sigue estos pasos:
- Esteriliza los frascos de vidrio y sus tapas sumergiéndolos en agua hirviendo durante 10 minutos. Déjalos secar boca abajo sobre un paño limpio.
- Llena los frascos con la mermelada caliente, dejando un pequeño espacio (aproximadamente 1 cm) en la parte superior.
- Cierra bien las tapas y coloca los frascos boca abajo hasta que enfríen. Esto creará un vacío que prolongará su duración.
- Si deseas mayor seguridad, puedes hacer un baño maría sumergiendo los frascos llenos y cerrados en agua hirviendo durante 15-20 minutos.
6. Evita que se pegue
Remueve la mermelada constantemente mientras se cocina, especialmente cuando empiece a espesar. Esto evitará que se queme, ya que el azúcar tiende a caramelizarse rápidamente al fondo de la olla.
7. No tires las pieles ni las semillas
Si decides colar la mermelada, no deseches los restos. Aquí tienes algunas ideas para aprovecharlos:
- Compota: Cocina las pieles con un poco de azúcar y agua para hacer una compota casera que puedes usar como relleno de postres.
- Infusión: Hierve las semillas y pieles con agua y un poco de canela para crear una infusión de sabor dulce y afrutado.
8. Usos creativos para tu mermelada
Aunque las tostadas son el uso más clásico, hay muchas maneras de disfrutar tu mermelada de uvas:
- Postres: Úsala como relleno para tartas, crêpes o galletas.
- Salsas: Mezcla la mermelada con un poco de vinagre balsámico para hacer una salsa agridulce que acompaña bien carnes como el pato o el cerdo.
- Yogures o helados: Añade una cucharada de mermelada a un yogur natural o como topping para helados.
- Quesos: Combina con quesos como brie, camembert o queso azul para un aperitivo elegante.
Con estos consejos, no solo aprovecharás las uvas sobrantes, sino que también experimentarás con nuevas formas de disfrutar y conservar esta mermelada casera. ¿Te animas a probar alguna de estas ideas? ¡El resultado seguro será delicioso, te lo aseguro!
