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¿Quién puede resistirse a unas patatas fritas crujientes y doradas? ¡Nadie! Esa textura perfecta y ese color doradito hacen que cualquier plato mejore al instante. Desde acompañar una hamburguesa hasta disfrutarlas solas con un poco de sal o alguna salsa, las patatas fritas son todo un clásico imprescindible en cualquier casa.
Pero, claro, lograr que queden en su punto exacto no es tan fácil como parece. ¿Cuántas veces has intentado hacerlas en casa y han quedado blandas o demasiado oscuras? ¡No te preocupes! Hoy te voy a contar todos los trucos para que te salgan esas patatas fritas de ensueño: crujientes por fuera, tiernas por dentro y con ese dorado perfecto que te hace salivar.
Y es cierto que desde que aparecieron en nuestras vidas las patatas fritas en freidora de aire han tomado protagonismo, pero si no tienes airfryer, o eres de los que prefieren los sabores tradicionales, tienes que conocer estos trucos para conseguir las mejores patatas fritas del mundo. ¿Listo para ponerte manos a la obra?
Receta de patatas fritas crujientes
Ingredientes
- 1 kg de patatas (preferiblemente patatas harinosas como la variedad agria o Kennebec)
- 1 litro de aceite de girasol o aceite de oliva suave
- Sal al gusto
Cómo hacer patatas fritas perfectas
- Primero, pelamos las patatas y las cortamos en tiras uniformes de unos 0,5 cm de grosor. Esto es clave para que se cocinen de manera uniforme.
- Luego, las sumergimos en agua fría durante unos 30 minutos para eliminar el exceso de almidón, lo que ayudará a que queden más crujientes.
- Mientras tanto, calentamos el aceite en una sartén profunda o freidora a unos 150°C. Escurrimos y secamos bien las patatas con un paño limpio o papel de cocina antes de freírlas para evitar salpicaduras.
- Freímos las patatas a baja temperatura durante 5-6 minutos, removiendo ocasionalmente. Este primer paso de cocción es para que se ablanden sin dorarse.
- Después, las retiramos y las dejamos enfriar sobre papel absorbente.
- Subimos la temperatura del aceite a 190°C y freímos las patatas por segunda vez, ahora hasta que estén bien doradas y crujientes, lo que llevará unos 2-3 minutos.
- Retiramos nuevamente, las escurrimos y añadimos sal al gusto.
¿Cómo acompañar las patatas fritas?
¿Quién no adora unas patatas fritas bien crujientes? Pero claro, la verdadera magia ocurre cuando las acompañas con algo que realza su sabor. Desde las clásicas salsas como el ketchup y la mayonesa, hasta combinaciones más atrevidas como una buena salsa brava o un alioli casero, las patatas fritas son el complemento perfecto para casi cualquier cosa.
Y si hablamos de platos principales, ¡las posibilidades son infinitas! Puedes servirlas junto a una hamburguesa casera jugosa, un buen filete, o incluso con huevos fritos para un plato que no tiene rival.
10 trucos para unas patatas fritas crujientes y perfectas
Aquí te dejo 10 trucos para que tus patatas fritas queden perfectas y crujientes cada vez que las prepares:
- Usa patatas adecuadas: Las variedades harinosas, como la agria o Kennebec, son ideales para lograr una textura crujiente.
- Remoja en agua fría: Deja las patatas en agua fría durante 30 minutos para eliminar el almidón y ayudar a que queden más crujientes.
- Sécalas bien: Antes de freírlas, asegúrate de que estén bien secas para evitar salpicaduras y asegurar un buen dorado.
- Fritura en dos tiempos: Fríelas primero a baja temperatura (150°C) para cocinarlas por dentro, y luego a temperatura alta (190°C) para que queden crujientes.
- Freír en pequeñas tandas: No sobrecargues la sartén para que el aceite mantenga la temperatura adecuada.
- Usa aceite de calidad: El aceite de girasol es neutro y económico, mientras que el aceite de oliva suave aporta más sabor y estabilidad.
- Ajusta la temperatura del aceite:Te recomiendo tener un termómetro de cocina de este tipo, pero si no tienes un termómetro, usa un trozo de pan: si se dora en 60 segundos, el aceite está listo para la segunda fritura.
- Escurre entre frituras: Después de la primera fritura, deja que las patatas reposen sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
- Infusiona el aceite con ajo y romero: Antes de freír, puedes añadir ajo aplastado y ramas de romero al aceite para darle un toque aromático. Retíralos antes de freír para evitar que se quemen.
- Añade la sal al final: Sala las patatas cuando ya estén fritas y escurridas para que mantengan su crujiente.
Estos trucos te ayudarán a conseguir unas patatas fritas crujientes y llenas de sabor cada vez. ¡Anímate a probarlos!
¿Aceite de oliva o de girasol para freír patatas?
La elección entre aceite de girasol o aceite de oliva para freír patatas depende de tus preferencias.
- El aceite de girasol tiene un sabor más neutro, permitiendo que las patatas mantengan su protagonismo, y es más económico, lo que lo convierte en una opción práctica para grandes cantidades. Además, alcanza altas temperaturas sin quemarse, ideal para conseguir una fritura crujiente. Sin embargo, carece de los beneficios nutricionales y la estabilidad que ofrece el aceite de oliva.
- Por otro lado, el aceite de oliva suave aporta un sabor más intenso y mediterráneo, además de ser más estable a altas temperaturas, lo que permite reutilizarlo varias veces. También es más saludable, ya que contiene antioxidantes y grasas buenas. Sin embargo, su coste es mayor y el aceite de oliva virgen extra puede resultar demasiado fuerte para algunos paladares. Una buena opción puede ser mezclar ambos aceites para obtener lo mejor de cada uno.
Ahora que ya sabes cómo hacer las patatas fritas crujientes y doradas perfectas, ¿a qué esperas para probarlas? No hay nada como prepararlas en casa y disfrutar de su sabor irresistible. ¡Anímate y cuéntame cómo te salen!
