Cargando...
Si has estado en la Región de Murcia en Navidad seguro que has probado los Suspiros de Almendra, y, si te ha pasado como a mi, te habrá enamorado su sabor y ligereza.
El origen de los Suspiros de Almendra se asocia con la tradición navideña en diversas regiones de España, siendo particularmente típicos de la Comunidad Valenciana y sobre todo de la Región de Murcia. Aunque en el pasado se consideraban un dulce navideño, su popularidad ha trascendido estas fechas, y ahora se pueden encontrar en reposterías murcianas a lo largo de todo el año.
Estos dulces son apreciados por su ligereza y su combinación perfecta de merengue esponjoso con la rica textura de las almendras. Son ideales para acompañar un café o té después de las comidas de Navidad y suelen ser presentados en pequeños moldes de papel, similares a los de las trufas. Su presencia en las mesas durante la Navidad es una tradición que nos acompaña hoy en día y que hoy queremos mantener con esta receta, para que lo podáis hacer en casa.
Receta de Suspiros de Almendra
Ingredientes
- 125 g de almendras crudas peladas
- 125 g de azúcar
- 2 claras de huevo
- Una pizca de sal
- Moldes de papel pequeños para bombones o trufas
Para presentar
Cómo hacer Suspiros de Almendra
-
Preparación de las Almendras
- Comienza tostando ligeramente las almendras en una sartén a fuego medio hasta que estén doradas y desprendan su aroma.
- Luego, déjalas enfriar y pícalas con un cuchillo gruesamente.
-
Montar las Claras
- Bate las claras de huevo con la pizca de sal hasta alcanzar el punto de nieve.
- Asegúrate de que estén a temperatura ambiente para obtener el máximo volumen.
-
Incorporar el Azúcar
- Gradualmente, añade el azúcar a las claras montadas, continuando el batido hasta que la mezcla esté firme y brillante.
-
Agregar las Almendras
- Con movimientos envolventes, incorpora las almendras picadas a la mezcla de merengue, intentando mantener el aire en la mezcla tanto como sea posible.
-
Horneado
- Precalienta el horno a 180°C. Coloca los moldes de papel sobre una bandeja de horno y con una cuchara, deposita montoncitos de la mezcla en cada molde.
- Hornea durante 15 minutos con calor arriba y abajo o hasta que los suspiros estén secos y crujientes, pero aún blancos.
-
Enfriar
- Deja enfriar los suspiros dentro del horno con la puerta entreabierta para evitar que el cambio brusco de temperatura los haga agrietarse.
Consejos para hacer Suspiros de Almendra
¿Cómo sé que el merengue está en su punto?
Para saber si el merengue está en su punto óptimo, debes buscar ciertas señales que indican que las claras de huevo han sido batidas correctamente con el azúcar y han alcanzado la consistencia deseada:
- Brillo y Textura: El merengue debería tener un brillo satinado y una textura suave y uniforme sin grumos de azúcar.
- Picos Firmes: Cuando levantes los batidores o las varillas del merengue, debe formar picos firmes que se mantengan erguidos. Si los picos se caen o se doblan ligeramente en la punta, aún tienes un merengue de picos suaves, lo cual es adecuado para algunas recetas, pero para los suspiros, se prefieren picos más firmes.
- Estabilidad: Si giras el tazón boca abajo, el merengue no debe deslizarse ni moverse. Esto demuestra que tiene la estabilidad necesaria para mantener su forma cuando se hornee.
- Prueba: Puedes tomar un poco de merengue entre los dedos y frotarlo suavemente. No deberías sentir granos de azúcar; debería sentirse suave, lo que significa que el azúcar se ha integrado completamente con las claras de huevo.
- Estabilidad: El merengue debe ser suave pero estable, sin líquido al fondo del recipiente.
- Consistencia Uniforme: No debe haber diferencias de textura a lo largo del merengue; debe ser uniforme y homogéneo.
Recuerda no batir de más, ya que el merengue puede volverse granuloso y difícil de trabajar si se pasa del punto óptimo. Si estás haciendo un merengue francés, que es el que se usa para los suspiros, seguir estas señales te asegurará obtener la consistencia deseada para tus dulces.
¿Cómo los conservo?
Para conservar los suspiros de almendra y mantener su textura crujiente, sigue estos consejos:
- Recipiente Hermético: Una vez que los suspiros estén completamente fríos, guárdalos en un recipiente hermético. La presencia de humedad puede ablandarlos, por lo que un sellado adecuado es crucial.
- Lugar Fresco y Seco: Almacena el recipiente en un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de calor o luz directa del sol, que podrían derretir el azúcar y afectar la textura.
- Evitar la Humedad: En climas húmedos, es aún más importante asegurarse de que el recipiente esté bien sellado. Puedes agregar un paquete de gel de sílice o un trozo de pan en el recipiente para absorber cualquier exceso de humedad.
- Separación: Si has decorado los suspiros con diferentes colores o sabores, guárdalos por separado para evitar que los sabores se mezclen.
- No Refrigerar: Los suspiros no se deben refrigerar, ya que la humedad del refrigerador puede hacer que se ablanden.
- Consumo: Aunque los suspiros pueden durar varias semanas si se almacenan correctamente, es mejor consumirlos dentro de los primeros días para disfrutar de su mejor textura y sabor.
Siguiendo estos pasos, tus suspiros de almendra deberían mantenerse deliciosos y crujientes por un buen tiempo.
Origen de los Suspiros de Almendra
El dulce que conocemos como suspiros de almendra tiene una historia entrelazada con la cultura y las tradiciones de la región de Levante, en particular en Murcia y la Comunidad Valenciana. En estas áreas, la almendra ha sido un cultivo significativo y un ingrediente esencial en su repostería.
Los suspiros, también conocidos en algunas regiones como merengues, se han consumido durante generaciones, especialmente durante la temporada navideña, cuando las familias se reúnen y disfrutan de una variedad de dulces tradicionales. El nombre “suspiro” posiblemente proviene de la textura ligera y aireada del dulce, que parece derretirse en la boca como un suspiro.
Los suspiros de almendra son un claro reflejo de la influencia árabe en la gastronomía española, que es notable en su uso generoso de las almendras. Los árabes, que ocuparon y gobernaron grandes partes de España durante varios siglos, introdujeron las almendras y su uso en la repostería.
Con el paso del tiempo, la receta ha sufrido pocas variaciones, manteniendo su esencia de ingredientes simples y naturales. En la actualidad, los suspiros de almendra se han convertido en un símbolo de la repostería de Murcia y la Comunidad Valenciana, siendo un testimonio de la historia culinaria de la región y un regalo festivo que continúa endulzando las celebraciones contemporáneas.
