La tarta San Marcos es uno de esos postres tradicionales que todo amante de la repostería española conoce bien. Su sabor inconfundible, junto con su elegante presentación, la convierte en un invitado habitual en celebraciones importantes.
Aunque algunos puedan considerarla una tarta demasiado tradicional, la realidad es que este clásico de la repostería no solo ha perdurado en el tiempo, sino que sigue siendo una opción popular en muchas pastelerías y hogares españoles. La tarta San Marcos es un postre que merece ser rescatado y celebrado por su combinación de sabores y texturas, que nunca pasa de moda.
Parece que esta tarta tiene su origen en el monasterio de San Marcos, en León. Era habitual que las monjas hicieran esta tarta en la festividad de San Marcos, de ahí este nombre
A lo largo de los años, la tarta San Marcos ha ido evolucionando en su preparación, pero siempre ha mantenido sus elementos más característicos: una base esponjosa de bizcocho, capas de nata montada, yema tostada y, en algunas versiones, trufa o chocolate. Esta combinación de sabores dulces y texturas suaves la hace especialmente atractiva para grandes eventos, donde su presencia no solo es deliciosa, sino también imponente a nivel visual.
La tarta San Marcos es una tarta exquisita, y es sencilla de preparar, aunque tiene varios pasos a seguir. El bizcocho podéis prepararlo el día anterior para que la elaboración se haga más simple. El resultado es espectacular; merece la pena hacer una tarta con tantos pasos a seguir si más tarde disfrutamos de un trocito de cielo.
Receta de Tarta San Marcos
Ingredientes
Bizcocho
- 120 g de azúcar
- 4 huevos
- 120 g de harina
- Pizca de sal
- 1 cucharada de levadura química (tipo Royal)
Relleno
- 750 g de nata para montar
- 2 cucharadas de cacao puro sin azúcar
- 200 g de azúcar
Almíbar
- 100 g de azúcar glas
- 1 vaso de agua
- 1/2 vaso de brandy
Cobertura de yema
- 150 g de azúcar
- 50 g de agua
- 4 yemas de huevo
- 1 cucharada de maicena
Decoración
- Azúcar moreno para quemar con soplete
- Almendras tostadas fileteadas
Cómo hacer la tarta San Marcos
Preparamos el bizcocho
- Precalentamos el horno a 180ºC, calor arriba y abajo.
- Separamos las claras de las yemas de los 4 huevos. Ponemos las yemas en un bol junto el azúcar, batimos con varillas eléctricas hasta que blanqueen.
- Montamos las claras a punto de nieve fuerte
- Mezclamos con las yema, usamos una espátula y con paciencia vamos mezclando suavemente, con movimientos envolventes.
- Añadimos poco a poco harina tamizada y levadura, por último un pellizco de sal. Mezclamos con cuidado hasta que todos los ingredientes estén integrados.
- Horneamos a 180ºC, calor arriba y abajo, durante 30 minutos. Para saber si el bizcocho está cocido, hacemos la prueba pinchándolo en el centro con un palillo; si sale limpio, es bizcocho está listo.
- Dejamos enfriar el bizcocho en una rejilla.
Preparamos el almíbar para calar el bizcocho
- En un cazo ponemos agua y azúcar, cuando hierva añadimos el brandy y dejamos unos minutos hasta que reduzca.
- Dejamos enfriar.
Hacemos el relleno de la tarta San Marcos
- Montamos 750g de nata con 200g de azúcar para el relleno y la cobertura lateral.
- De la nata montada reservamos 200g para la cobertura lateral.
- Partimos la nata que queda en dos partes; a una de ellas se le añade dos cucharadas de cacao en polvo, se envuelve con unas varillas con mucho cuidado hasta integrar por completo el cacao sin azúcar.
- Reservamos en la nevera.
Cobertura de yema
- Hacemos un almíbar con el agua y el azúcar en un cazo, dejamos cocer 5 minutos, templamos.
- Mezclamos las yemas junto la maizena en un bol con unas varillas.
- Ponemos el cazo al fuego de nuevo y añadimos las yemas junto la maizena, removemos con las varillas para que espese.
- En un cazo mucho más grande que el que tenemos ponemos agua muy fría. Retiramos del fuego la crema de yemas, metemos el cazo donde las hemos hecho dentro del cazo más grande con agua fría, y seguimos dando vueltas con las varillas. Con este truco conseguimos que se enfríen rápidamente, tengan un bonito color y no se oxiden.
Montaje de la tarta San Marcos
- Cortamos el bizcocho en tres planchas horizontales del mismo tamaño.
- Sobre la primera base del bizcocho vertemos el almíbar; no hay que hacerlo en exceso o se romperá la tarta al servirla, tampoco hay que añadir poco porque el bizcocho puede quedar seco, un punto intermedio.
- A continuación ponemos la primera capa de nata montada, distribuimos con una espátula o cuchillo largo.
- Ponemos la segunda plancha de bizcocho encima y bañamos con el almíbar, a continuación añadimos la capa de trufa.
- Colocamos la tercera capa de bizcocho, la bañamos en almíbar y vertemos la cobertura de yema. Espolvoreamos con azúcar moreno y quemamos el azúcar con un soplete.
- Limpiamos los laterales con una espátula y cubrimos con el resto de la nata que habíamos reservado para tal fin.
- Tostamos las láminas de almendras en una sartén con cuidado de que no se rompan. Una vez estén frías, vamos decorando el lateral de la tarta poco a poco con las almendras.
- Llevamos la tarta a la nevera durante 3 o 4 horas antes de servir.
Cómo acompañar la tarta San Marcos
Acompaña tu tarta San Marcos con un café o cacao y disfruta esta maravilla de la gastronomía española porque se merece que la disfrutes saboreando cada bocado.
Consejos para lograr la tarta San Marcos perfecta
Si bien la tarta San Marcos parece simple en su estructura, hay algunos trucos clave que te ayudarán a perfeccionar su sabor y presentación:
• El bizcocho: Debe ser ligero y esponjoso, pero lo suficientemente resistente para soportar las capas de relleno.
• El almíbar: Empapa el bizcocho con un almíbar de licor o de cítricos para mantenerlo húmedo y lleno de sabor.
• La yema tostada: Es importante caramelizarla correctamente, sin quemarla, para que mantenga ese toque dulce pero no amargo.
• La presentación: Usa almendras laminadas o crocantes para darle un acabado elegante y tradicional.
La tarta San Marcos es una constante en los eventos más importantes de la vida de muchas personas en España. La he visto y probado en múltiples celebraciones, y siempre es bien recibida. Aunque es un postre que muchos pueden asociar con tiempos pasados, lo cierto es que sigue ocupando un lugar especial en las mesas, sobre todo cuando se busca algo que evoque nostalgia y tradición.
A lo largo de los años, muchas recetas van y vienen, pero la tarta San Marcos ha sabido mantenerse. ¿Por qué? La respuesta está en su equilibrio perfecto de sabores y texturas. El bizcocho ligero combinado con la nata, la yema tostada y el toque crujiente de las almendras hacen de esta tarta un postre irresistible para cualquier ocasión.
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