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El té helado es una bebida clásica que ha conquistado corazones alrededor del mundo. Su historia se remonta a principios del siglo XX, cuando se popularizó en Estados Unidos como una opción refrescante durante los calurosos meses de verano. Aunque el té frío ya existía, fue durante la Feria Mundial de St. Louis en 1904 cuando se popularizó al añadirle hielo. Su sencilla preparación y refrescante sabor lo hacen perfecto para combatir el calor.
El momento ideal para disfrutar de un té helado con limón es, sin duda, durante los días calurosos de verano. El limón no solo añade un toque ácido y revitalizante, sino que también realza el sabor del té, creando una combinación que te va a encantar.
Te vamos a contar cómo preparar un té helado perfecto. Es una receta sencilla, pero con algunos detalles que marcan la diferencia.
Receta de Té Helado casero
Ingredientes
- 1 litro de agua
- 4 bolsas de té negro (o tu té favorito)
- 1 limón grande
- 4 cucharadas de azúcar (ajustable al gusto)
- Hielo al gusto
- Rodajas de limón para decorar
Cómo hacer té helado con limón
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Preparar el té
- Hierve el agua en una olla o tetera.
- Una vez que esté hirviendo, retírala del fuego y agrega las bolsas de té.
- Deja reposar durante 5-7 minutos, dependiendo de la intensidad deseada.
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Endulzar
- Retira las bolsas de té y añade el azúcar mientras el té aún está caliente, para que se disuelva fácilmente.
- Revuelve bien y deja enfriar a temperatura ambiente.
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Añadir limón
- Exprime el jugo de un limón grande y mézclalo con el té ya frío. Puedes ajustar la cantidad de limón según tu preferencia.
- Llena una jarra con hielo y vierte el té con limón sobre él. Asegúrate de tener suficiente hielo para mantener la bebida bien fría.
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Servir
- Sirve en vasos altos con más hielo, decorando con rodajas de limón en el borde del vaso. ¡Listo para disfrutar!
Consejos para hacer té helado
- Endulzantes alternativos: Si prefieres evitar el azúcar, puedes usar miel, stevia o jarabe de agave. Cada uno aporta un sabor diferente, así que experimenta para encontrar tu favorito.
- Hierbas frescas: Agregar hojas de menta o hierbabuena puede darle un toque extra de frescura. Simplemente agrégalas junto con el hielo en la jarra.
- Té de sabores: No te limites al té negro. Puedes probar con té verde, té blanco o incluso mezclas frutales para darle un giro diferente a la receta tradicional.
- Preparación anticipada: Prepara una gran cantidad y guárdala en la nevera para tener siempre a mano una bebida refrescante.
El té helado con limón es una de esas bebidas que siempre caen bien. Tiene la mezcla perfecta de sabores, especialmente para esos días en los que el calor no da tregua y necesitas algo fresco. Además, es una excelente opción para sorprender a amigos y familiares con algo hecho en casa, fácil y delicioso. Así que, ¿por qué no intentarlo y prepararlo tú mismo? Un vaso frío de té helado puede hacer que cualquier día sea mejor. ¡Anímate a probarlo y disfruta de su sabor refrescante!
